TRIBUNALES

La Audiencia de Córdoba tumba la fianza de 30.000 euros a Spiriman en el caso de injurias al juez decano

La Sala cree que no tenía ninguna motivación la imposición de esta medida cautelar y anula el auto de la juez

El médico Jesús Candel, conocido como Spiriman, en los juzgados de Granada EFE

A. R. Vega

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha tumbado la fianza de 30.000 euros que la juez de Instrucción número 6 de Córdoba, impuso al doctor Jesús Candel, conocido como Spiriman , por presuntas injurias y calumnias al juez decano de Córdoba, Miguel Ángel Pareja. La instructora del caso dictó esta medida cautelar contra el médico granadino, lo que le llevó a dimitir de su cargo al frente de la Asociación Justicia por la Sanidad.

El promotor de las protestas que acabaron con la fusión de hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) recurrió ante la Audiencia de Córdoba el requerimiento de la fianza y el subsidiario embargo preventivo de los bienes del querellado.

En un auto dictado el pasado 1 de julio, la Audiencia considera que «asiste razón» a Candel cuando pidió la nulidad del auto de la juez aludiendo a la falta de motivación de la misma. La titular del juzgado impuso la fianza amparándose en « el peligro derivado del retardo del procedimiento tratándose con ello evitar el daño marginal por el tiempo que tarda en sustanciarse el proceso».

Para el tribunal que ha estimado el recurso de Spiriman, tal justificación de la juez, « al margen de no ajustarse exactamente a la realidad », también resulta insuficiente y no aparece en el auto recurrido.

Asegura el auto que «la sola constatación de la existencia de indicios racionales de criminalidad no es de suyo suficiente para la adopción de medidas cautelares que se anticipan al referido auto de apertura del juicio oral». Tampoco la Audiencia ve necesario un embargo preventivo amparándose en « la mención genérica a las dilaciones naturales del procedimiento ».

«Este tribunal no sabe a estas alturas todavía en virtud de qué hechos o razones podemos sostener que el nivel de solvencia actual del recurrente ( médico funcionario de la sanidad pública ) vaya a variar como consecuencia de aquella tardanza y otros actos que hagan necesaria la traba de bienes para garantizar su sujeción al proceso aún pendiente y la efectividad de la sentencia condenatoria que eventualmente se dicte», expone el auto. La sala acuerda por ello declarar nulo el auto.

Durante la instrucción del caso, la juez libró un oficio para que por parte de Facebook y YouTube se eliminasen los vídeos que consten en estas plataformas en los que el investigado se dirija contra el juez decano. Además, le prohibió subir a estas redes sociales cualquier otro vídeo de estas características, además de imponerle una fianza de 30.000 euros.

El doctor anunció en Facebook que «después de las medidas cautelares que me pide una juez, tratándome como el peor de los criminales de este país y con una medida que sentará precedentes en la más descabellada prevaricación judicial que se pueda hacer con un ciudadano que defiende lo que otros ocultan y utilizando los medios más infames y crueles que un ser humano pueda hacer, decido retirarme para pelear por mi cuenta contra esta clase de inmundicia humana», a la vez que se centrará en su familia y en su trabajo como médico.

La Fiscalía de Córdoba abrió diligencias en septiembre para investigar si el doctor Jesús Candel pudo amenazar e insultar al juez decano en un vídeo difundido en las redes sociales, en el que le acusaba de prevaricador por haber absuelto al jefe de la Policía Local de Puente Genil, Lorenzo Humanes Aguilar, acusado de mantener relaciones sexuales con una joven de 17 años.

Dicha sentencia fue ratificada por la Audiencia Provincial de Córdoba, después de que se resolviera un recurso de la Fiscalía en el propio juzgado. Spiriman llamó a Miguel Ángel Pareja «mísero y cobarde» y anunció que iba a ir a por él «desde la otra justicia, desde la justicia social, publicando tu foto y vídeos tuyos en todas las redes para que toda España sepa qué clase de jueces tenemos. Porque los menores son sagrados y no se tocan».

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