Vista de una parte de la urbanización de lujo, donde hay 230 villas de lujo
Vista de una parte de la urbanización de lujo, donde hay 230 villas de lujo - J. J. M.

La Zagaleta, un refugio enigmático en Málaga para millonarios

Los rumores apuntan a que Vladimir Putin tiene una casa en este complejo de lujo

BENAHAVÍS Actualizado: Guardar
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Son unas 900 hectáreas dedicadas a otorgar lujo, privacidad y seguridad a las principales fortunas europeas. La Zagaleta está enclavada en la subida desde Marbella hacia Ronda, en medio de un bosque que es un recinto cerrado y al que para acceder hace falta ser propietario, trabajador o invitado, en cuyo caso los controles de seguridad exigen identificación y reseña del destino. No se puede circular libremente pos sus calles. Un sistema de cámaras hace un seguimiento de los vehículos y sólo se les abren las puertas que su periplo requiere. Es imposible desviarse. La seguridad es uno de las grandes caraterísticas y la privacidad la gran seña de identidad de este complejo con dos campos de golf, club hípico y todo tipo de lujos, como un helipuerto privado.

«No se pueden hacer fotos con drones o teleobjetivos», advierten antes de entrar. Por seguridad no se pueden desvelar imágenes de este exclusivo refugio para millonarios.

Los precios de las villas oscilan entre los seis y los 16 millones de euros

En otro tiempo la finca perteneció al millonario saudí Adnan Khashoggi, pero un proceso judicial por tráfico de armas hizo que en 1989 la propiedad fuera adquirida por un grupo de empresarios españoles y suizos por 36 millones de dólares. Enrique Pérez Flores, ahora presidente de honor, fue la cabeza visible de aquella inversión, que salió de una subasta del Banco de España. «Había un plan urbanístico aprobado en fase inicial para unas 3.000 viviendas antes de la adquisición», asegura Jacobo Cestino, director general de La Zagaleta. Finalmente, la sociedad decidió que sólo se construyeran 420 villas, pero no de cualquier forma.

«La idea era que se comprara el terreno y los propietarios construyeran», añade Sergio Azcona, director de Comunicación del residencial. Años después hay construidas 230 mansiones de máximo lujo. «Algunos propietarios han construido su vivienda en la unión de dos parcelas o han comprado parcelas junto a la suya para que nadie construya nunca», recuerda Cestino.

El bosque rodea las edificaciones y los ciervos, corzos o muflones se pasean a sus anchas bajo programas de protección, alimentación y sanitarios. Las distancias entre las casas es muy grande para preservar la intimidad y no hay dos parcelas que linden unas con otras. «Entre las parcelas hay unos 20 metros de bosque», matiza Cestino. Un abanico de características que han hecho de La Zagaleta el complejo residencial más privado, exclusivo y seguro. Un lugar donde los propietarios pueden dejar sin problemas el Bentley o el Maserati en la puerta de su hogar sin miedo a nada.

«El vecindario que tenemos también cuenta. Es un criterio que el comprador también mira», asegura Cestino. Los rumores aseguran que Vladimir Putin tiene una casas en este complejo y que entre sus vecinos está el alcalde de Moscú Yuri Luzhkov, el expresidente de Dragados y Construcciones Santiago Foncillas o Lord Stanley Fink. «Los rumores no se confirman ni se desmienten», señala en varias ocasiones Sergio Azcona. «Viven grandes empresarios británicos, alemanes, escandinavos, belgas, franceses y rusos. También presidentes de compañías o herederos de grandes fortunas», señala Jacobo Cestino. «Estimamos que quien compra una casa tiene una fortuna diez veces superior al valor de la villa», apunta Azcona.

Precios astronómicos

Los precios de las propiedades oscilan de media entre los seis y los 16 millones de euros. «Siempre hay excepciones que se van por encima de esas cifras», subraya el director general. No es fácil comprar una casa y la posibilidad de adquirir no sólo depende de tener un gran poder adquisitivo. La administración mira que se cumplan todas las obligaciones legales sobre blanqueo de capitales y establece un sistema de filtro para garantizar que la procedencia del dinero sea lícita.

Vivir en La Zagaleta no hace ser parte activa de la comunidad. Hay que ser admitido por los semejantes. «Para formar parte del club de golf hay un comité de admisión regulado. Puedes tener una casa aquí y no ser socio del club del golf. El comité de admisión es el presidente y vicepresidente del club, que son propietarios. Es la comunidad la que organiza y admite», señala Jacobo Cestino. Entre los requisitos está el desembolsar 90.000 euros para ser socio y cumplir con el pago de otros 11.000 de forma anual. El club hípico tampoco es gratuito y algunos propietarios traen sus caballos durante sus vacaciones. «Algunos son pura sangre de carreras que tenemos que reeducar», asegura Manuel Flores, director del Club Hípico. Equinos que luego se usan para hacer rutas por la finca.

Requisitos de construcción

Tampoco se puede construir de cualquier manera. «Las casas no pueden tener pista de tenis, tienen que ser de teja árabe y no pueden ser de más de dos alturas», explica Azcona. Esto no impide un modelo de negocio basado en la promoción de viviendas. «Ahora estamos haciendo tres casas para nosotros y dos en nombre de un fondo de inversión, pero es que vendimos todo lo que teníamos y necesitábamos productos», asegura Cestino. Junto a ello La Zagaleta ofrece un «service» que incluye jardinería, limpieza, mantenimiento, chófer y consejería.

Unos trabajadores que tienen que pasar una selección de personal férrea, donde se exigen tres o cuatro idiomas, y que ha conformado una plantilla muy fija, que garantiza la discreción, el respeto y la privacidad. «Cuando entra alguien que no les gusta, el socio viene y te lo dice. Miramos mucho la persona porque hay un trato muy especial con los propietarios», señala Gumersindo Torres, primer mettre del restaurante del club, que sólo está abierto y equipado para los socios.

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