Fuerzas italianas en el interior del Ayuntamiento de Málaga, una vez tomada la ciudad
Fuerzas italianas en el interior del Ayuntamiento de Málaga, una vez tomada la ciudad - ARCHIVO
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Así retrató ABC la toma de Málaga y la «desbandá»

Se cumplen 80 años desde que las tropas italianas entraran en la ciudad y cientos de miles de ciudadanos fueran bombardeados tras ser obligados a huir por la carretera de Almería

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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Con el frío de febrero adherido al alma, se cumplen esta semana 80 años desde la toma de Málaga en la Guerra Civil y de que que cientos de miles de malagueños hubieran de lanzarse a la carretera con las pocas pertenencias que el miedo les permitió recoger en su apresurada huida. Miles de ciudadanos, hasta 300.000 según los cálculos del reciente libro «1937. Éxodo Málaga Almería», de Maribel Brenes y Andrés Fernández, que fueron protagonistas involuntarios de uno de los episodios más criminales de nuestra Guerra Civil, la conocida como «la desbandá».

Ocho décadas desde la huida de los malagueños por la Carretera de Almería, única salida posible de la ciudad tras la entrada de las tropas nacionales en Málaga que fue, a su vez, la primera acción bélica de las tropas italianas en España durante la Guerra Civil.

Tropas italianas a punto de entrar a Málaga por la carretera de los Montes
Tropas italianas a punto de entrar a Málaga por la carretera de los Montes - ARCHIVO

En diciembre de 1936, las tropas enviadas por Mussolini del Corpo Truppe Volontarie (CTV) habían llegado a Cádiz con la misión de que la contienda se decidiese hacia el lado franquista, tras el estancamiento producido en el frente de Madrid. Se decidió, entonces, que las tropas italianas tuvieran su primera acción de guerra en la conquista de Málaga, puerto estratégico que parecía asequible ante la endeblez de la defensa republicana y que podría suponer una importante victoria para los aliados de Franco.

La ofensiva se organizó en una serie de columnas, las españolas bajo el mando del general Queipo de Llano y formada por moros y requetés, unos 15.000 en total, y las tropas italianas, motorizadas y con el más moderno armamento, con unos 10.000 hombres, que fueron confluyendo hacia la capital desde diversos puntos de la provincia, empujando hacia ella a miles de habitantes del interior, que huían de los combates. Por el contrario, Málaga sólo contaba para su defensa con unos 12.000 milicianos, desorganizados, sin mando efectivo, sin prácticamente municiones y con sólo 8.000 fusiles.

Estado en que quedaron los edificios de calle Larios
Estado en que quedaron los edificios de calle Larios - SERRANO

El día 6 de febrero, los italianos, haciendo uso de las fuerzas motorizadas, la artillería y los lanzallamas, alcanzan el puerto de Zafarraya, desde el cual se domina la ruta hacia Almería. Las autoridades republicanas, incluyendo al responsable de la defensa de la ciudad, huyen, incapaces de organizar la resistencia, provocando el pánico colectivo que dio lugar a «la desbandá».

En ese mismo instante, miles de personas, temerosos de posibles represalias, se precipitaron a una trágica carrera hacia Almería, mientras los aviones de la Legión Cóndor alemana, con base en Armilla (Granada), y los cruceros nacionales Baleares, Canarias y Almirante Cervera, bombardeaban la marabunta que intentaba huir por la carreterita y los acantilados.

Más de cinco mil muertos, cifran algunas fuentes, en lo que sería, uno de los mayores asesinatos colectivos de la contienda y que permaneció silenciado durante décadas y que, en plena guerra, interesaba ocultar a los dos bandos en liza ante la responsabilidad en el crimen de unos y la vergüenza, por la falta de diligencia, de otros.

El día 8, a las siete de la mañana, las columnas nacionales entraban en la ciudad, tras una carrera entre las españolas y las italianas, por ver quién se hacía con el mérito principal de la victoria. Con las tropas italianas, los camarógrafos del Instituto Luce, el noticiario de la Italia fascista, recogieron los avances en el frente y el desfile de sus tropas por la ciudad recién tomada.

Malagueños se refugian en el interior de la Catedral
Malagueños se refugian en el interior de la Catedral - SERRANO

Un ABC partido en dos, como España, era testigo, hasta donde le dejaban las autoridades militares, de los dos lados de la tragedia. En el frente nacional, ABC de Sevilla fotografiaba el avance de las tropas, incluyendo a las italianas, cuya presencia convenía ocultar al bando franquista, los destrozos en la ciudad, especialmente en la Catedral, que acogió a cientos de refugiados, y el entorno de Calle Larios, así como a algunos de los huidos de «la desbandá», que regresaron a la ciudad a los pocos días de producirse ésta, cuando el camino de huida fue finalmente cortado por las tropas nacionales.

Refugiados regresan a Málaga tras intentar la huida a Almería
Refugiados regresan a Málaga tras intentar la huida a Almería - SERRANO

Mientras, el ABC de Madrid achacaba en sus titulares la derrota republicana en Málaga a la «complicidad de las potencias fascistas» y retrataba a los refugiados malagueños recién llegados a Valencia, capital republicana.

Refugiados malagueños llegan a Valencia
Refugiados malagueños llegan a Valencia - VIDAL

Hombres, mujeres y niños con el hambre, el cansancio y el miedo en las miradas. Rostros de una barbarie sin sentido en la que, como siempre, son los más vulnerables los que se llevan la peor parte y que nos recuerdan, tristemente, a los hombres que, ochenta años después, siguen huyendo del terror en tantas partes del mundo.

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