Naturaleza
Los pinsapos de Ronda, en peligro: el cambio climático obliga a la especie a buscar altitud para sobrevivir
La falta de precipitaciones es uno de los motivos principales de este desplazamiento, constatado por un estudio de las universidades de Córdoba (UCO) y Granada (UGR)
Los pinsapares de la serranía de Ronda (Málaga), uno de los ecosistemas más singulares del sur de Europa, están registrando un desplazamiento hacia zonas más elevadas de las montañas , según muestra un estudio realizado por las universidades de Córdoba (UCO) y Granada (UGR), que ha permitido constatar cómo la especie 'Abies pinsapo Boiss' ha iniciado un movimiento en altitud para evitar su extinción, en busca de condiciones ambientales más favorables en un contexto de cambio climático.
El equipo de investigación implicado ha analizado las diferencias en el comportamiento de los individuos adultos y juveniles de este árbol. Se trata de la especie de abeto más antigua que existe en la Península Ibérica y los únicos ejemplares del mundo se localizan en la comarca de Ronda, el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves y, en menor extensión, en la Sierra de Grazalema (Cádiz), así como en el Rif, al norte de Marruecos.
El pinsapo vive bajo condiciones climáticas muy exigentes en precipitaciones, de ahí que su área de distribución sea reducida y fragmentada y su supervivencia esté en riesgo. Según el investigador principal de la UCO Diego Nieto, la motivación principal del estudio era conocer cómo la especie está respondiendo al cambio climático u otras situaciones, como el cambio del uso del suelo.
«Una de las respuestas principales es modificar su rango de distribución, es decir, el lugar donde están ubicadas», explica el experto, que destaca la dificultad para detectar dichos movimientos al ser procesos «muy lentos y difíciles de observar» .
La diferente distribución de los ejemplares adultos y jóvenes en función de la altitud es la base sobre la que se sustenta el estudio y con la que los investigadores han elaborado modelos de comportamiento. El equipo ha constatado que los individuos más jóvenes habitan las zonas un poco más frescas y lluviosas , situadas a mayor altitud, que las ocupadas por los adultos.
Según Nieto, muchos de los adultos persisten actualmente en sitios que «ya no son del todo aptos para la especie, pero aún en condiciones en las que pueden aguantar» . Sin embargo, las nuevas generaciones no son capaces de regenerar la población y están migrando a lugares más elevados pero de forma heterogénea, es decir, el desplazamiento es mayor en la zona baja que en la zona alta.
«Esto quiere decir que las poblaciones e stán perdiendo más zona de la que están ganando ; y es lo que preocupa a largo plazo», señala,«si continúa esa dinámica y el límite superior no sube a la misma velocidad que el inferior, cada vez más se irá reduciendo el tamaño de las poblaciones».
Otro de los riesgos que han detectado y podrían justificar el desplazamiento es la mayor exposición en las zonas bajas a las plagas, enfermedades o la intolerancia a climas más extremos , como las sequías de larga duración. «Al no estar en las condiciones óptimas, la especie puede estar sometida a estrés, lo que puede derivar en un agravamiento de su salud», asegura Diego Nieto.
Además, otras plantas o especies animales asociadas a los pinsapares pueden verse afectadas negativamente. Una de las hipótesis que no han descartado es que otras especies de árboles que suelen vivir en altitudes más bajas puedan estar empujando desde abajo . Esto implicaría un movimiento hacia arriba conforme el pinsapo va dejando hueco y se estaría produciendo el desplazamiento de un tipo de bosque por otro.
El trabajo ha sido realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Granada en el marco del proyecto 'Med-Refugia (RTI2018-101714-B-I00)' del Plan Nacional de I+D. Además, forma parte de la tesis doctoral de Antonio González Hernández, codirigida por el propio Nieto y el profesor de la UGR Julio Peñas de Giles.
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