Caso Julen

Los padres de Julen corrigen los planos de la Guardia Civil sobre la parcela de Totalán

El dueño de la finca tampoco ratificó estos planos sobre la parcela y varió la disposición de ciertos elementos en el momento del siniestro

José, Victoria y Adriana llegan a los juzgados de Málaga F. Silva

J.J. Madueño

Los padres de Julen, el niño de dos años que cayó al pozo de Totalán el pasado 13 de enero, declararon ante la juez de Instrucción 9 de Málaga este lunes en la causa sobre la muerte del pequeño. José Roselló y Victoria García lo hicieron como testigos en un proceso «doloroso», donde actúan como acusación particular, al ser parte perjudicada del suceso. Antes que ellos, lo hizo Adriana Jiménez, pareja de David Serrano, dueño de la parcela, prima de José.

Los tres se ratificaron en lo que declararon ante la Guardia Civil cuando se inició la búsqueda del niño. Sin embargo, modificaron algunos de los elementos que aparecían en los planos de la parcela que hizo la Benemérita cuando comenzó la investigación.

No fueron los únicos que no ratificaron estos mapas. David Serrano, el dueño de la parcela, que está investigado por un presunto delito de homicidio imprudente, tampoco reconoció los planos tal como se le presentaron. Y según explicaron fuentes judiciales, durante la declaración de casi dos horas ante la juez del viernes pasado, también aportó correcciones en la disposición de ciertos elementos que había en la finca momentos antes de que Julen se colara por el agujero.

Las cuatro personas que estaban con Julen cuando cayó al pozo habrían «puntualizado» la disposición de elementos que había en la parcela. Según fuentes cercanas al caso, sobre todo José, aportó «concreciones» sobre dónde estaban ubicadas las mesas, las sillas o las cosas que ellos llevaban para hacer el arroz.

Modificación accidental

También se reseñó sobre el croquis el lugar de la parcela donde estaba situado el fuego y qué elementos había en torno al pozo o cerca de la zanja por donde corrió el niño. Entre ellos, los materiales de construcción para hacer el muro para evitar desprendimientos de la montaña.

El desajuste en la ubicación de estos elementos se debería, según las fuentes, a que todo se movió cuando llegaron los equipos de rescate . El lugar de los hechos habría sufrido alteraciones con la llegada de los equipos, sobre todo con el aterrizaje del helicóptero y, cuando se hizo la inspección por parte de los agentes encargados de la investigación, los elementos habrían sido cambiados de lugar.

En el resto de declaración, que duró unas dos horas, los tres testigos citados ratificaron su versión de los hechos. « Son personas que no mienten . No tienen que hacer una declaración distinta», apuntó Antonia Barba, abogada de los padres de Julen. De este modo, José, Victoria y Adriana volvieron a remarcar que todo fue un desafortunado accidente y revivieron aquella tarde en la que Julen se perdió por el estrecho agujero de 25 centímetro de ancho por 70 metros de profundidad.

Ya declararon que el pozo estaba tapado con dos bloques de hormigón y que David Serrano los avisó del peligro cuando llegaron a la finca, pero pensando –como reconoció el dueño de la finca– que se podían partir una pierna, pero no que «podía caer una persona».

Ratifican sus declaraciones

José declaró ante la Guardia Civil que ayudaba a David a preparar la comida , mientras su mujer y su prima se hacían cargo de los pequeños. En un momento determinado, mientras su mujer hablaba por teléfono y él echaba unas ramas al fuego, donde se prepararía el arroz, vio cómo su hijo empezaba a correr por una zanja, en cuyo final estaba el pozo.

El niño se hallaba a unos 10 metros de su padre, que salió corriendo para cogerlo, pero no lo consiguió. José explicó que escuchó llorar al niño durante 30 segundos . Aseguró que retiró la broza y las piedras que había en el entorno para que no le cayeran encima.

Por su parte, Victoria dijo que se retiró a un lugar donde había unos sacos de arena para hacer una llamada a su encargado del McDonald’s del centro comercial de Rincón de la Victoria y decirle que no iba a trabajar. Julen se quedó al cuidado de su padre. Mientras telefoneaba –según su declaración– escuchó los gritos y vio que corrían hacia el poz o.

También oyó al niño llorar y vio a José quitar las piedras del borde del pozo. Recordó cómo gritó desesperada cuando dejó de oír al pequeño. «Están sufriendo mucho. Lo único que quieren es que se esclarezca lo ocurrido. Son los primeros interesados. Solo quieren tener un duelo tranquilo » remarcó Antonia Barba.

Por último, Adriana también ratificó su «escueta» declaración ante la juez. La novia de David Serrano y prima de José Roselló, explicó que estaba jugando con su hija, cuando vio al niño correr dando saltos por la zanja , hasta que lo vio desaparecer. Entonces, llegó a la altura del pozo y vio lo que había sucedido.

Los gritos de las cuatro personas presentes en el momento de la caída alertaron a tres senderistas , que hacían la ruta del Dolmen del Cerro de la Corona y que tendrá que declarar ante la juez el próximo miércoles para seguir aclarando lo que ocurrió aquel domingo en Totalán.

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