Imagen del bazar solidario de Navidad de Cáritas
Imagen del bazar solidario de Navidad de Cáritas - J. M. J.
SERVICIOS SOCIALES

Marbella elimina los convenios con las asociaciones de emergencia social

Cáritas es la última víctima de los recortes del tripartito en esta área, donde se han cerrado comedores sociales y está en jaque el banco de alimentos

MARBELLA Actualizado: Guardar
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Al parecer todo responde a un cambio de paradigma en la concesión de las ayudas sociales municipales, pero lo cierto es que al menos siete colectivos dedicados a paliar las emergencias sociales en Marbella se han quedado sin convenio económico. El montante total de la reducción de estos acuerdos fue tasada por la oposición en 131.600 euros. Un dinero que se ha reubicado en otros colectivos o se ha perdido. La última asociación en sufrir las inclemencias de la tijera del gobierno municipal de Marbella –PSOE apoyado por IU y los independentistas de la barriada de San Pedro– ha sido Cáritas, que ha perdido un convenio de 30.000 euros al no poder ajustarse a los nuevos criterios marcados por el Consistorio para optar a un apoyo económico.

Según la organización, antes se disponía de un convenio finalista y ahora hay que presentar un programa previo para que el Ayuntamiento decida si otorga la subvención. «No podemos inventar un proyecto porque no sabemos qué necesidades hay de un año para otro», señala el padre José López, responsable de Cáritas Marbella, que aglutina siete organizaciones con necesidades diferentes y que dividía el dinero municipal entre las distintas sedes para cubrir diferentes insuficiencias en varios lugares de la ciudad. «No puedo pedir un dinero para pagar la luz porque a lo mejor no hace falta pagar eso, debe ser algo más amplio», remarca el párroco, quien añade que «cada Cáritas parroquial tiene unas necesidades diferentes».

«En unas zonas se pagan facturas de medicamentos y en otras alquileres, el recibo de luz o se da comida», asevera López, quien explica que el nuevo modelo para otorgar las ayudas ha hecho que la organización se quede sin ingresos municipales este año. «No sabemos en qué vamos a emplear el dinero previamente», explica el párroco, quien asegura que en el anterior modelo Cáritas recibía los ingresos y luego justificaba en qué se habían gastado lo recibido. Este año no será posible porque no sólo no hay convenio, sino que desde Cáritas Diocesana han optado por no pedir subvención al no poder «crear un proyecto para ello».

Cáritas no es la única damnificada con todo esto. La primera en alzar la voz contra el sistema de subvenciones y los recortes en Servicios Sociales fue Ser Humano. Al no firmarse el convenio de 30.000 euros para la gestión de los puntos de emergencia y del comedor social se vieron obligados a renunciar a ellos. Meses más tarde el Ayuntamiento cerró el comedor social para pasar a los usuarios a las cafeterías de los centros de mayores. No funcionó y se cambió por una compensación económica que no llega de forma regular y que ha hecho a los usuarios volver a depender de la asociación, que los atiende con menos recursos y de una forma más limitada.

La negativa de Concejalía de Servicios Sociales, gobernada por IU, a firmar la ampliación del convenio afectó a los puntos de emergencia social la ciudad. Unos centros en los que el colectivo repartía comidas y servicio de duchas. Los usuarios denunciaron que el punto de San Pedro había sido cerrado y usado como almacén del desahucio de una corrala «okupa». El punto de Marbella también dejó de dar comidas con la marcha de Ser Humano.

Lo recortes van más allá. El banco de Alimentos de la Costa del Sol (Bancosol) está en jaque por la pérdida de los 15.600 euros del convenio. La central provincial mandó una circular anunciando el cierre el próximo 31 de agosto, pero desde la ejecutiva local están buscando soluciones con el Consistorio para poder mantener el servicio de alguna forma. Al final, parece que el traslado a una nave más pequeña puede ser la solución a un cierre tras las vacaciones.

Pero no son los únicos. La Asociación Crece perdió una ayuda de 10.000 euros con el cambio de modelo. Marbella Voluntaria vio cómo se esfumaba un convenio de 14.000 euros y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzehimer vieron como los ingresos municipales de 20.000 euros había que pedirlos por otra vía. También la Fundación Bastiano Bergese, que se ocupa de paliar las necesidades de las personas enfermas del municipio, vio como volaban 12.000 euros del convenio. Unos recortes sociales que han levantado ampollas en el municipio y que están privando de servicios a los usuarios de estos colectivos.

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