Cultura
«Litoral» y «Mediodía» abren de nuevo sus páginas
Una muestra rinde homenaje en Málaga a las mejores revistas poéticas andaluzas de inicios del siglo XX
Luis Cernuda estaba cansado de que sus textos aparecieran en la revista poética «Mediodía» plagados de erratas o sencillamente mutilados. «Querido amigo —le escribe a Rafael Porlán , editor de la publicación— Estoy muy disgustado. Cómo es posible que tirasen un pliego ignorándolo ustedes». «¿Colaborar en «Mediodía»? Estoy cansado de cuestiones literarias. Salvo la elegía no pienso publicar más», le contesta en otra misiva a la petición de que mandara alguno de sus versos.
Estas joyas epistolares son sólo parte de la exposición inaugurada ayer en el Centro Cultural MVA de Málaga con el título «La palabra pintada: Minervas de vanguardia, 1919-1939» , que estará abierta hasta el 1 de marzo y en la que se hace un recorrido por las principales publicaciones poéticas de la que ha venido en denominarse Edad de Plata de la cultura española. La que alumbró a la Generación del 27 y que tuvo en la efervescencia de estas publicaciones la mejor herramienta de difusión de la estética de unos artistas que por entonces no eran demasiado conocidos.
Cuidadas tipografías, bellísimas ilustraciones de la época y los trabajos literarios que las conformaban hacen de ellas auténticas obras de arte en sí mismas. Revistas en las que además no era raro que los mismos artistas que componían versos también dibujasen, como son los casos de Moreno Villa o el polifacético Adriano del Valle.
La muestra, que ha sido comisariada por los escritores Alfredo Taján y Eva Díaz Pérez , reúne más de 200 ejemplares de estas revistas. Con especial incidencia en la malagueña «Litoral» de Prados y Altolaguirre, que marcó época, pero también incluyendo a otras como la propia «Mediodía» sevillana, «gallo» de Granada, «Papel de Aleluyas», de Huelva, «Isla», de Cádiz y «Ardor», de Córdoba. Andalucía, cuna de los principales poetas de la Generación del 27, es donde la eclosión editorial fue mayor. También hay hueco para remontarse a la anterior etapa ultraísta , con «Grecia» y con «Cervantes», y para ir un poco después con el exilio interior de «Cántico» o «Caracola».
Pero, además de los ejemplares de las publicaciones, la exposición —en la que colabora la Fundación Unicaja — recoge partituras de Falla , discos, gramófonos y máquinas tipográficas procedentes de instituciones como la Residencia de Estudiantes, el Archivo Manuel de Falla, el Museo Néstor, el Museo Gregorio Prieto, el Centro Generación del 27 o la propia Fundación Unicaja. También se expone un cuadro de Maruja Mallo, titulado «Chuflillas del niño de la Palma», cedido por el Museo ABC . Con él se ilustró la publicación de unos poemas de Alberti en este periódico.
Pero asimismo, existe otro apartado que hará las delicias de los «muy fetichistas», en palabras de Díaz Pérez. Pues incluye principalmente las cartas que los miembros del 27 se cursaban para pedirse colaboraciones . Un intercambio que la autora de «Hijos del Mediodía» denomina como germen de la «generación de la amistad» . En ellas podemos leer a los malagueños Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa pidiendo colaboraciones a Benjamín Jarnés;. O a Lorca explicando cómo era su revista «Gallo», de la que sólo pudo editar dos números.
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