TURISMO
La inflación ya frena el turismo nacional, el principal visitante de la Costa del Sol en los dos últimos años
Los problemas en los aeropuertos de Europa también ralentizan la llegada de turistas extranjeros
La inflación en España es el enemigo a batir, también por los hoteleros de la Costa del Sol. El sector está viendo como el cliente nacional está frenando sus índices de ocupación por culpa de este problema económicos sin solución. Un problema cuando este turista ha sido el que más peso ha tenido en el destino los dos últimos años, sustentando las maltrechas cuentas de resultados de las empresas en plena pandemia.
Tanto es así, que la propia Diputación de Málaga, durante su presencia den Fitur este año, una de las principales acciones promocionales que se llevaron a cabo fue contratar los espacios de la Puerta del Sol para atraer al turista doméstico, que tan buen resultado ha dado en los últimos años. Pero la crisis, con una subida desorbitada de los precios , está frenando estas llegadas.
Pese a esto, el mes de junio, la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) prevé un cierre con una ocupación del 81,80% , dos puntos por debajo de lo alcanzado en el mismo mes de 2019. El dato genera cierta incertidumbre en el sector, ya que mayo fue el primer mes que cerró con cifras superiores a la pandemia.
En cambio, este mes, aunque no arroja malos datos, la ocupación no está siendo tan favorable como se esperaba, ya que en junio de 2019 se rozó el 84%. La explicación está en las consecuencias del conflicto bélico, sumado a la alta inflación. «Estamos observando una ligera ralentización , especialmente en mercados como el alemán (-26,2% plazas aéreas disponibles) y en una menor medida el británico (-11,9%)», explica José Luque, presidente de Aehcos.
En junio se esperaba una presencia internacional del 70% y de momento se estima que alcance un 65% del total. Otro de los motivos de este leve cambio en los ritmos de demanda es la problemática generalizada en los distintos aeropuertos europeos, que han provocado cancelaciones de vuelos y saturación en los pasos de fronteras y controles de seguridad.
Compensar pérdidas
La patronal hotelera asegura que la clave de cómo finalizará el 2022, en comparación con el 2019, será la coyuntura de demanda del último cuatrimestre del año, en concreto los meses de septiembre a diciembre 2022. Ahí se espera que se compensen las pérdidas arrastradas del primer tercio del año.
Por municipios, Málaga capital lidera el nivel de ocupación en junio (88,55%). La presencia de Obama en la ciudad ha despertado gran expectación y ha llenado los hoteles malagueños durante estos días. Nerja (83,90%) también arroja buenos datos. Le siguen Benalmádena (83,81%), la Axarquía (81,81) y Fuengirola (80,42). Otros municipios «están a medio gas», como es el caso de Antequera, que si las previsiones no cambian por reservas de última hora, se encuentra con una ocupación del 50% aproximadamente o Frigiliana-Torrox con un 60%.
En julio, un mes plenamente vacacional, la ocupación se espera que esté en un 78,79%, frente al 84,20% de 2019. En agosto, el mes de descanso por excelencia, se prevé una ocupación de 77,27%, frente al 89,73% alcanzado el año anterior a la pandemia.
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