Uno de los hermanos fallecidos en Málaga tiene heridas defensivas y el otro autoinfligidas

Uno de los dos hermanos hallados muertos en Málaga junto a la madre de ambos, de 59 años, sufrió heridas en manos, antebrazo y brazo, que hacen pensar que pudo defenderse de una agresión de arma blanca, y el otro incisiones en el tórax, que indicarían que son autoinfligidas, según la investigación.

El subdelegado del Gobierno central en Málaga, Miguel Briones, así lo ha asegurado este viernes a los periodistas, lo que avanza en la hipótesis que ya manejaba la Policía de que se trate de un parricidio, que la mujer -viuda- y uno de sus hijos encontrados sin vida ayer perdieran la vida a manos de otro hijo.

Este, que después se habría suicidado en la misma vivienda donde sucedieron los hechos, al parecer, era de cierto carácter violento y no tenía antecedentes penales, pero sí algunos problemas económicos, en lo que se considera que radicaría el móvil del caso, «un desbordamiento personal», según el subdelegado.

Briones ha explicado que un tercer hijo -que fue el que descubrió los cadáveres- recibió una llamada sobre las cinco de la madrugada, pero no la oyó y se dio cuenta a la mañana siguiente, por lo que se cree que esa comunicación la efectuaría la madre o un hermano para pedir auxilio o comentar la situación que se vivía en la casa.

La posible discusión se habría desencadenado minutos después de esa llamada y los cuerpos sin vida fueron hallados en una misma habitación, por lo que parece que el enfrentamiento se concentró en ese lugar y el arma empleada fue una herramienta de cocina.

Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía descartan la intervención de una cuarta persona en los hechos y que fuera un crimen de violencia de género o un robo o agresión por persona ajena al entorno familiar.

El hermano que descubrió los cadáveres manifestó que había una buena relación en la familia y que él estuvo con ellos la noche anterior.