Francisco de la Torre, alcalde de Málaga
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POLÍTICA

Francisco de la Torre, el «último mohicano» del PP repele el primer ataque de su tropa

El alcalde de Málaga, único bastión de la «vieja guardia» municipal del partido, rechaza su primer intento de desalojo

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«Todos sois contingentes, pero yo soy necesario. El alcalde de Málaga, el popular Francisco de la Torre, le ha dado esta semana la vuelta al entregado exhorto con que el pueblo de «Amanece que no es poco», la película de José Luis Cuerda, saludaba a su amado regidor. De la Torre, en el cargo desde el año 2000, también considera que es «munícipe por antonomasia». Existe en política antes que sus presidentes provincial y regional, Elías Bendodo y Juanma Moreno; y sobre todo, a pesar de que ahora debe su vara de mando a Ciudadanos, ha tenido mejor suerte que el segundo cuando se ha enfrentado a unas urnas. Por eso, no ha tenido empacho en despejar de puños el primer intento serio de descabalgarle del sillón de la Alcaldía para ir propiciando su relevo.

El partido le ha ofrecido con nulo éxito —y singulares formas— ser cabeza de cartel en la candidatura al Congreso por Málaga. Pero él prefiere quedarse en la Alcaldía. Agotar el mandato. Respetar la palabra dada a su electorado.

De la Torre (Málaga, 1942) se ha quedado solo. De los ocho alcaldes con que el PP concurrió en las capitales andaluzas a los pasados comicios municipales de 2015 —varios en edad de merecida jubilación— es el único representante. Le «sobrevivía»Torres Hurtado en Granada. Y ya sabemos cómo ha terminado esa historia.

Pero el tiempo pasa para todos. «No queremos que Paco acabe como Teófila».Es como gráfica (e interesadamente) diversas fuentes del partido definen la situación. Cuando haya que elegir de nuevo alcalde en 2019, De la Torre habrá cumplido los 76 años. No es previsible que quiera optar a la reelección, aunque con él nunca se sabe. Y si hay que preparar un relevo, el aparato comandado por Bendodo, a quien todos miran como posible delfín, entiende que debe hacerse cuanto antes. El mandato municipal, además, está siendo especialmente complicado para los populares, que dependen de los tres concejales de Ciudadanos. Aunque leal en las cuestiones mayores, como la aprobación de los presupuestos de este ejercicio, la formación naranja no le está poniendo las cosas fáciles al regidor. Prueba de ello son las dos comisiones de investigación que el equipo de gobierno tiene abiertas por el fallido proyecto del Museo de las Gemas o el marasmo de la empresa de limpieza.

Ante esta tesitura, el PP andaluz tiene muy claro que la «operación renove» ha de ser, y a no mucho tardar. No es lo mismo presentar a las elecciones a un alcalde ya consolidado que a un candidato de nuevas. Exactamente lo mismo que le ocurrió a él cuando sucedió a Celia Villalobos. Las cada vez más tirantes relaciones entre Bendodo y de la Torre alimentan la voluntad del primero de sustituir al segundo. Pero, ¿aceptará De la Torre dar un paso atrás con tiempo suficiente? Es toda una incógnita, dado que sus únicas declaraciones públicas al respecto hablan siempre de —«si la salud me respeta»— llegar hasta el final. Algo a lo que, además, se comprometió con Ciudadanos.

No van a ayudar tampoco las formas,«poco medidas». En la Casona del Parque, como se conoce en Málaga al edificio que alberga su Ayuntamiento, generó cierta estupefacción que Juanma Moreno se refiriera públicamente al ofrecimiento del Congreso en una entrevista radiofónica el pasado martes. Por el momento, sólo un año después de que ganara las elecciones locales. También por la coincidencia en el tiempo con el relevo en Granada. Son cosas muy diferentes que no pueden plantearse juntas, se argumenta. Pero sobre todo, porque ya le había hecho privadamente la oferta, acompañado por Bendodo, hasta en dos ocasiones —un almuerzo y una cita en la Alcaldía—, recibiendo en ambas la misma respuesta. No.

Hasta ahora, Francisco de la Torre, bregado en mil batallas, ha ganado todos los pulsos que le ha planteado su propio partido. Queda por ver si el balón, tras su sonado despeje, se ha ido al córner. Y cuándo se producirá el siguiente ataque.

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