El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga se queda sin trabajadores

Los 22 empleados del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga han tenido que marcharse de forma temporal. El museo está vacío. No hay trabajadores que lo gestionen, que cuiden los programas o que lleven la conservación. A la empresa que lo dirigía se le ha acabado la concesión y, como no ha vuelto a haber una nueva, los trabajadores de Gestión Cultural y Comunicación han tenido que abandonar el lugar hasta nueva orden. Siempre y cuando esta compañía sea la que se vuelva a hacerse con la comisión del CAC de Málaga.

El personal achaca esta situación a una «demora en el pliego de concesión» , dándose el caso que el concurso lo ganó Gestión Cultural. Sin embargo, la guerra política sobre cómo se afronta un nuevo período dentro de este museo, si con una concesión como la que había o con una gestión pública –como pide parte de la oposición–, lo ha paralizado todo. Se han pasado las fechas sin que nadie se hiciera cargo de esta gestión, avocando al museo a un cierre de una forma temporal.

Sin embargo, los planteamientos del Ayuntamiento es mantenerlo abierto , aunque para ello tendrá que buscar empleados para hacerlo o rescatar a los que han tenido que irse con la llegada del mes de mayo. El Consistorio tiene preparada una exposición de arte pop del siglo XXI y la participación de este centro cultural en la Noche en Blanco, pero hasta el momento no hay trabajadores que puedan llevar a cabo los montajes.

Esto podría ser fácil de solucionar. Los propios empleados en un comunicado aseguran que «el personal fijo del centro tiene como derecho adquirido la subrogación con la empresa que finalmente se decida que es la adjudicataria definitiva». Por otro lado, en caso de que fuese una Administración Pública la que prestara el servicio también estaría «obligada a la subrogación del personal». El Ayuntamiento tendría que llamarlos para reiniciar la actividad parada por la marcha de los trabajadores, que avisan al Consistorio de que si no hay una «subrogación» se estarían «vulnerando derechos» de estos empleados .

En este sentido, instan a que se busque una solución para esta situación y aluden a cómo el equipo de gobierno buscó fórmulas para mantener el restaurante anexo al museo y que no se perdieran los 17 puestos de trabajo. Sin embargo, ellos lamentan que abandonar los puestos de trabajo «sin tener certeza de qué ocurrirá en el futuro».