Sociedad

La Universidad de Jaén descubrió a las momias que sufrieron cáncer

El TAC aplicado a 4 momias egipcias revela la causa probable de su fallecimiento

La mujer embalsamada descubierta por la Universidad de Jaén es la víctima de cáncer documentada ABC

JAVIER LÓPEZ

La tomografía axial computerizada (TAC) aplicada a cuatro momias egipcias, descubiertas por un equipo liderado por la Universidad de Jaén, revelan que dos de las personas momificadas padecieron cáncer, en tanto que las dos restantes fallecieron por una enfermedad infecciosa. El departamento de arqueología que dirige los excavaciones en las tumbas de los gobernadores de Elefantina, en Qubbet el Hawa (Asuán) expone que el estudio de los restos más antiguos, que muestran la evidencia de un cáncer de mama en una mujer y de un mieloma múltiple en un hombre, los dos casos más antiguos de los conocidos hasta ahora en el mundo, ha permitido verificar que estas patologías estaban presentes hace miles de años. 

El TAC se ha llevado a cabo a cabo a dos momias completas con sus vendajes intactos, que conservaban sus espectaculares sudarios de cuentas de fayenza (cerámica fina) de colores, y dos momias mucho más antiguas, una de finales del III milenio antes de Cristo y la segunda de comienzos del reino medio, de hace casi 4.000 años, con vendajes pero reducidas a osamentas. Las imágenes se obtuvieron en el servicio de radiodiagnóstico del hospital universitario de Asuán, mediante un escáner de última generación capaz de realizar 124 cortes radiográficos de manera simultánea, con una precisión muy elevada.

El estudio de las momias comenzó en el mes de mayo, bajo la dirección de la Universidad de Asuán, representada por su rector, Ahmed Ghallaby por el vicerrector de estudios de postgrado, Ayman Mahmoud Othman . Además, participaron en la verificación de los datos extraídos la Facultad de Antigüedades de la Universidad de Asuán, representada por el doctor Ahmed Maamon .

La metodología empleada en este estudio, que se ha realizado en colaboración con la Universidad de Jaén, no ha sido invasiva y ha permitido estudiar con detalle la totalidad de las momias, mejor aún que con los métodos tradicionales que implican una pérdida de la integridad del paquete funerario, con destrucción al menos parcial de los vendajes y de parte de la momia.

La reconstrucción mediante un programa informático específico de la Universidad de Granada ha permitido conocer el rostro y todos los detalles de las momias de baja época: una de un niño llamado Hor-udya, según los egiptólogos del equipo, que murió en torno a los nueve años, cuando la dentición definitiva no se había completado aún; la segunda de una joven llamada Dedusatet, que falleció cuando tenía alrededor de 25 años. 

Los antropólogos físicos del equipo consideran que los restos de esta mujer muestran que era poco robusta, de tipo negroide, y que en vida sufrió diversas carencias nutricionales, además de que tenía un desgaste muy acusado de los dientes. Asimismo, consideran como más probable que ambas personas murieran a causa de un proceso infeccioso agudo. No se aprecia en ninguna de las dos huellas de traumatismos o de otro tipo de enfermedad que dejara su impronta en el hueso o en los restos de partes blandas, músculos o piel, según la Universidad de Jaén.

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