Juan Eslava Galán, el escritor total, encuentra su unicornio en Baeza

¿Es Juan Eslava el escritor total? El parte de méritos revela que es un excelente novelista, un ensayista sublime y el copatrón, junto a Eduardo Mendoza , del humor literario de calidad en español, la lengua de Quevedo . Por eso, su figura centra un curso en la Universidad Internacional de Andalucía denominado El unicornio encontrado , en el que autores de prestigio analizan desde la admiración la poliédrica obra del jiennense.

No es para menos, su novela En busca del unicornio , ganadora del premio Planeta, ha vendido 870.000 ejemplares. Sus ensayos son un prodigio de amena erudición y, además, enhebra grandes artículos periodísticos. De ellos, precisamente, ha hablado este miércoles el director de ABC ediciión de Andalucía, Fernando del Valle , en una mesa redonda en la que ha resaltado la amable acidez y la asombrosa capacidad de prospección que subyacen en las 60 Terceras que ha publicado en el periódico el autor de la Historia de España contada para escépticos.

Dirigido por el novelista Emilio Lara , el curso, cuenta con la participación de los escritores Antonio Pérez Henares , Javier Sierra , Almudena de Arteaga , Eva Díaz Pérez , Jesús Maeso y Mari Pau Domínguez . Otros ponentes son el profesor de la Universidad de Jaén José Ángel Marín y el diplomático Inocencio Arias , cuya conferencia ha abordado el viaje de la España en blanco y negro a la de color, que es el viaje de Eslava.

Un viaje que parte o recala en Jaén, territorio que en manos de Eslava deviene en Macondo , según expone el director del curso, quien resalta la presencia constante en la obra de Eslava de personajes, monumentos y enclaves de su provincia natal. En este sentido, el autor apostilla que al esparcir su lugar de origen en su literatura no hace otra cosa sino seguir el consejo de Tolstoi : «Describe tu aldea y describirás el mundo».

Por lo mismo, para describir su literatura hay que describir a Eslava, un buen tipo, un escritor sin enemigos que sabe que la ironía es una forma de misericordia . De ahí la fina socarronería de sus textos, alumbrados por un autor con buena intención que, si mete el dedo en el ojo de las dos Españas, es solo para que el lector descubra lo mal que sienta a la vista la mirada sectaria.

Aunque el escritor tiene cubierto el cupo de vanidad, toma a bien los calificativos con que le definen sus amigos de letras en el marco del curso. Y precisa que si el tuviera que adjetivar su obra escogería la palabra clara : «Mi bebida favorita es el agua. Intento no tener estilo, esto es, transmitir las cosas de la forma más simple posible. Si lo intento todavía es porque en esta profesión nunca eres maestro, siempre eres aprendiz».

Sus lectores le consideran, empero, uno de los grandes. Y lo hacen en vida, lo que resulta infrecuente. Entiende Eslava que un curso homenaje no es un obituario sin cuerpo presente ni un anticipo de elegía, sino una muestra de cariño de la profesión y los lectores que él agradece de corazón. «Soy un tipo solitario que solo escribe y lee encerrado en su casa, pero encontrarte con profesores y alumnos en los que ha calado mi obra es lo más».

Por eso, resalta el refuerzo anímico que le proporciona el curso. En este punto, alude a Abderramán III , quien al analizar la incidencia de la alegría en su existencia aclaró que solamente había sido feliz 14 días. La cifra de Eslava será, previsiblemente, mayor. «Estos son mis días felices. Me siento abrumado por el reconocimiento». Un homenaje que no es común aquí, como ha aclarado Fernando del Valle con palabras del propio Eslava: «España es así: sobre las tumbas de los héroes crecen la indiferencia y el olvido» .