El Ayuntamiento de Jaén critica el silencio feminista tras el pago de dinero de la Junta en prostíbulos

«La mejor forma que tiene un colectivo de demostrar que trabaja en beneficio de la mujer consiste en no supeditar su criterio a su ideología». Que es lo que, en opinión del Ayuntamiento de Jaén, ha hecho el movimiento feminista al no criticar la visita a prostíbulos de dirigentes de la Junta de Andalucía, que, además de tratar a las chicas como mercancía, pagaron los servicios con dinero público. En concreto, gastaron 32.000 euros en 5 burdeles de la región .

La concejala popular de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Jaén, Reyes Chamorro , ha lamentado que las feministas de izquierdas callen ante lo que constituye un caso claro de trato vejatorio a mujeres, utilizadas como objeto sexual por los dirigentes de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) que sufragaron sus juergas en casas de citas con fondos de la administración autonómica.

Reyes Chamorro está convencida de que si, en lugar de dirigentes de la administración socialista, los asistentes a los prostíbulos hubieran sido del PP, las feministas habrían convertido el caso en un gran escándalo político . Añade que la aplicación de esta doble vara de medir es evidente si se tiene en cuenta que no han alzado la voz contra la ministra de Justicia, Dolores Delgado , a pesar de que durante una conversación mantenida con el comisario Villajero, elogió que éste contara con una red de prostitutas cuyo objetivo era obtener información de sus poderosos clientes.

«Si es un ministro del PP es el que le dice a Villarejo que la red de prostitutas es una gran idea las feministas le habrían exigido que dimitiera de inmediato», ha señalado la concejala del consistorio jiennense, para quien el sectarismo de determinados colectivos que, aunque enarbolan la bandera del feminismo, están más preocupados por la adscripción política del autor del hecho que por el hecho en sí, « hacen un flaco a la causa de la mujer ».

En este sentido, Chamorro ha lamentado que el feminismo militante no responda a los ataques a la dignidad de la mujer si proceden de las filas socialistas. En su opinión, los colectivos que se arrogan su defensa responden de una manera u otra en función del partido político al que pertenece la persona que agravia al sexo femenino.