IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Ambiéntologos y ambientólogas, geógrafos y geógrafas, físicos y físicas para la ley contra el cambio climático

La Junta de Andalucía impregna de lenguaje inclusivo la norma impulsada para hacer frente al calentamiento global

La RAE desaconseja el uso del lenguaje inclusivo ABC

Javier López

El gracejo andaluz intuye que a causa del calentamiento global dentro de medio siglo Sevilla capital será el Sáhara en verano y Londres será Sevilla capital. De modo que en la City lo que se tomará a las cinco será una taza de gazpacho, que es el té de los que echan la siesta. De ahí la importancia de prevenir el incremento de la temperatura a través de la ley impulsada por el Parlamento andaluz para frenar el cambio climático. Sin embargo, la relevancia de la norma contrasta con su sintaxis al haber sido parte del texto colonizado por el lenguaje inclusivo .

He aquí la prueba: “El grupo de trabajo o comisión de expertos y expertas deberá contar entre sus miembros con científicos y científicas de reconocido prestigio y reputación investigadora y/o académica, de independencia probada, e incluirá, entre otros, a profesionales de distintos ámbitos o trayectorias, como ambientólogos y ambientólogas , biólogos y biólogas, juristas, antropólogos y antropólogas, economistas, matemáticos y matemáticas , geógrafos y geógrafas o físicos y físicas”.

El texto alude de esta manera a los miembros del grupo de trabajo o comisión que serán elegidos por el Consejo Andaluz del Clima y ratificados por el Parlamento de Andalucía. Aclara al respecto que en el marco del Consejo y en el ejercicio de sus funciones, se constituirá un grupo de trabajo o comisión de expertos y expertas formado por especialistas en diversos campos del conocimiento, con la finalidad de asesorar científicamente al mismo, proveyéndole de apoyo científico, técnico y organizativo.

La eliminación del genérico masculino en los textos públicos parte del propósito de combatir la discriminación de la mujer en el lenguaje, si bien como el resultado es farragoso no se traslada al ámbito de las conversaciones de los funcionarios con los ciudadanos en la atención al usuario, según aclara un trabajador de la Junta, administración que, a pesar de eso, pretende imponer su criterio sintáctico en el ámbito de la función pública.

Tanto es así que incluso elude utilizar la palabra padres en la solicitud de ayudas económicas por menores y partos múltiples, que deben ser pedidas por solicitantes que desempeñen la guarda de los niños como titulares de la patria potestad. La eliminación del término, con ser indicativo, no lo es tanto como la invención del mismo, que es lo que hizo el grupo socialista del Parlamento andaluz, cuando en una proposición no de ley pidió ayudas en el ámbito educativo para las familias monomarentales, término que no es aceptado por la Real Academia Española.

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