Plantean que el olfato de los perros policía pueda ayudar a un proceso penal como indicio de prueba

Un estudio de la Universidad de Granada pretende su introducción en la escena del crimen como herramienta capaz de poner de manifiesto pruebas que resuelvan con aún mayor eficacia algunas investigaciones policiales

Álvaro Holgado

Un estudio de la Universidad de Granada pretende la incorporación del perro policía a las investigaciones penales en España . Su objetivo no es otro que conseguir probar que su olfato es capaz de considerarse un indicio de prueba de delito , al igual que ya ocurre en otros países del entorno europeo, como es el caso de Inglaterra, Francia, Holanda o Bélgica.

En la presentación del proyecto este martes, el profesor de Derecho de la Universidad de Cádiz José Ríos Corbacho , actualmente 'visiting scholar' en la universidad granadina, ha valorado las posibilidades que esta incorporación puede suponer para la criminalística actual. « Hay cosas que las luces forenses no llegan a ver y el perro sí . Pueden detectar una prueba de sangre incluso tres años después de haberse originado».

El tipo de pruebas propios de los delitos penales, en los que hasta ahora los perros policía no han intervenido en España, suponen un nuevo desarrollo específico del olfato por parte de los canes . «Estamos en una fase inicial del proyecto. En este tipo de casos podría haber otras sustancias, como por ejemplo el semen, pero hemos decidido comenzar por la sangre que es lo más habitual y ver después en qué puede derivar».

Como primer paso, desde cachorros, los perros son adiestrados en base a un protocolo donde, en forma de juego, los investigadores van desarrollando, ya en el laboratorio junto a ellos, las respuestas a las pruebas del posible delito.

« En nuestra investigación el perro es un agente científico y un agente policial ». Según el ejemplar, las habilidades se demostrarán más o menos eficaces a medida que el proyecto camine. «De momento iniciamos con dos perros , cada uno en un rol distinto, uno dedicado al trabajo únicamente en el laboratorio y otro para el trabajo en la escena del crimen».

Siempre en base al criterio científico, comenta Ríos Corbacho, si los resultados son positivos según vaya avanzando la investigación, que durará alrededor de dos años, el objetivo es que el perro llegue a participar de pleno derecho como una herramienta más en el proceso penal español , «si el Consejo General del Poder Judicial así lo cree conveniente».

Un posibilidad abierta en futuro que apoya con vehemencia el general de la Guardia Civil José Antonio Iglesias Pollo , quien destaca la importancia de la figura del perro en la historia de la Guardia Civil española.

«Los perros policías aunque hubo varios intentos lo largo de la historia de la Benemérita, fueron incorporados oficialmente en 1982 , cuando aparece la especialidad cinológica en el cuerpo y se crea el centro de adiestramiento de perros de la Guardia Civil ubicada en el Pardo , en Madrid». Por ello, tras el buen desarrollo que ha tenido a lo largo de estos casi 40 años, no es nada extraño que su entrada en investigaciones penales sea recibida con los brazos abiertos.

«Las capacidades de un perro bien trabajado y entrenado, ajustado a protocolos normalizados, que es lo que nos va a dar este estudio, nos permitirían reconocer nuevos indicios en la escena del crimen . Ahora mismo hay perros capaces de detectar dinero, marfil, cadáveres, también sumergidos, pudiéndose detectar a través de su olfato un cuerpo hasta a 50 metros de profundidad en un pantano. Incluso se está trabajando en perros detectores de Covid . Las capacidades son infinitas», destaca el general.

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