Los científicos examinaron 56 partos del Clínico de Granada
Los científicos examinaron 56 partos del Clínico de Granada - ABC
CIENCIA

La ciencia sentencia: La mujer no es el sexo débil

Según un estudio de la Universidad de Granada en colaboración con el complejo hospitalario

GRANADA Actualizado: Guardar
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Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada en colaboración con el Hospital Clínico San Cecilio ha demostrado científicamente que las niñas recién nacidas responden mejor al estrés que ellos. Así que de sexo débil nada.

Además, las madres que dan a luz niñas presentan una mayor defensa antioxidante de su organismo y menos daño a las principales biomoléculas, en comparación con las madres que dan a luz a niños, además de un menor proceso inflamatorio durante el parto. Es decir: el parto de una niña es menos agresivo para la madre que el de un niño.

Hasta la fecha, no existían estudios de este tipo en la literatura científica, ya que todos los disponibles evaluaban el estrés oxidativo e inflamación e adultos.

Se trata, por tanto, del primer estudio que evalúa el estrés inducido en las madres y sus neonatos en la denominada vida perinatal.

Este trabajo multidisciplinar, publicado en la revista científica Pediatric Research del Grupo Nature, ha demostrado que las niñas recién nacidas y sus madres se enfrentan de manera más eficaz a la agresión que supone el parto en comparación con los niños y sus madres, y revela una clara asociación entre el género del neonato, el proceso oxidativo y la señalización inflamatoria.

Como explican los investigadores principales de este trabajo, Julio José Ochoa Herrera y Javier Díaz Castro, del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, «se abre así un interesante campo de investigación que se centra en el sexo del neonato como factor de riesgo para varias alteraciones funcionales, con importantes repercusiones en la esperanza de vida y desarrollo de patologías en su vida futura».

Para llevar a cabo esta investigación, los científicos trabajaron con una muestra formada por 56 mujeres sanas embarazadas, de las que 27 dieron a luz a niños y 29 de ellas alumbraron a niñas en el Hospital Clínico de Granada.

Tras el parto, los investigadores obtuvieron muestras de sangre de la vena y arteria del cordón umbilical y del bebé, que se procesaron adecuadamente para los análisis de estrés oxidativo y evaluación de la señalización inflamatoria.

Los resultados obtenidos indicaron que las niñas poseen unos sistemas enzimáticos más maduros en el momento del nacimiento, limitando el daño a las células y mejorando su metabolismo celular. Así, el género del bebé se postula como un factor que no sólo condiciona el proceso del parto, sino que influye en el desarrollo de patologías futuras.

«No sólo influye en cómo la madre afronta el proceso de alumbramiento, sino que condiciona la forma en la que los neonatos se enfrentan al entorno» fuera del útero materno con «repercusión para la madre durante el postparto y para el recién nacido durante el resto de su vida», explican los científicos granadinos.

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