Tribunales

Condenan a diez años de prisión a un exdiácono por abusos sexuales a un menor

Le absuelven de idénticos cargos por otro caso al prescribir el delito

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La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a Alfonso J. R. O., un misionero perteneciente a una organización solidaria no canónica, a diez años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales un niño, absolviéndole de los que practicó a otro menor de edad al prescribir los hechos que esta víctima denunció. El tribunal acusa al religioso, que fue diácono en la diócesis de Granada y profesor de Religión de un instituto de la capital hasta su suspensión arzobispal en 2012, de aprovecharse de una «situación de manifiesta y notoria superioridad» no sólo por la diferencia de edad respecto a sus víctimas, sino también por su imagen de persona de «credibilidad y bondad extraordinaria».

En la sentencia además se describen los abusos realizados por el religioso sobre los dos menores sin que se califique de agresión sexual tales hechos, ya que ambas víctimas se sometieron a la voluntad del misionero.

El tiempo pasado entre la última vez que se produjo un abuso sobre uno de los menores y la denuncia por parte de éste, ya adulto, ha sido motivo para que prescriba el delito que, sin embargo, ha sido creído por los jueces ante la «sinceridad» del testimonio de la víctima, un joven que conoció en la parroquia del municipio de Huétor Tájar al entonces diácono a principios de los años 90. Fue dos años más tarde cuando dejó de someterle a los abusos por lo que al pasar más de veinte años desde la comisión del último delito, éste ha quedado prescrito.

Por su parte, sí han sido motivo para imponer una pena de prisión al misionero los hechos denunciados por otro menor de nacionalidad brasileña a quien el acusado recogió en el país americano sacándolo del entorno de una familia «desestructurada». En este caso, los abusos comenzaron cuando el menor tenía diez años y estaba de viaje junto con el agresor bajo el amparo de la asociación «Amigos para Brasil». La sentencia relata los abusos consistentes en penetraciones anales que se sucederían en varias ocasiones tanto en el país brasileño como en España, donde el menor fue acogido en una casa del agresor en la localidad granadina de Pulianas.

El chico fue matriculado en el IES Hermenegildo Lanz de la capital, donde era profesor de Religión el acusado, y fue abusado incluso en los trayectos en coche entre el centro de enseñanza y la casa que compartía con el misionero, según el relato del propio joven en el reciente juicio.

Auxilio de un docente

Fue en junio de 2011, cuando las relaciones entre ambos fueron deteriorándose y el menor decidió pedir ayuda a otro profesor del instituto con quien se fue a vivir temporalmente y a quien poco después decidió contarle todo lo que lo había ocurrido.   

En su defensa, el exreligioso  alegó que fue denunciado por este joven brasileño –hoy con 20 años-  por una «reacción de rabia» cuando el misionero le dijo que tenía que regresar a su país por su «mala conducta», ya que no se sometía a la disciplina de la casa de acogida en la que estuvo. «El odio vengativo hizo que vomitara todo aquello», llegó a decir el exdiácono sobre la denuncia de su víctima.  

Pero el tribunal ha creído a la víctima y ha impuesto al acusado –para el que la Fiscalía pedía 36 años de cárcel- la pena de una década de prisión junto a la prohibición de aproximación y comunicación respecto al joven brasileño, al que además deberá indemnizar con 40.000 euros. 

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