Empresas del Ayuntamiento de Córdoba: la herencia que sale a flote

El arranque del año ha aportado ya todas las liquidaciones de 2015 de las empresas y organismos autónomos que dependen del Ayuntamiento. Dichas liquidaciones son el elemento que faltaba para saber exactamente cómo gestionó el PP el sector público local el pasado mandato -muy complejo por la crisis y la necesidad de sanear las arcas municipales, en una complejísima situación- y cómo se las entregaron al cogobierno PSOE-IU.

Éste es el balance del mandato, que se puede leer hoy íntegro en nuestra edición de papel y en la digital ( Kiosko y Más).

El éxito de Sadeco

El PP halló a Sadeco al borde del colapso. En 2011, perdió 1,4 millones, pero es que en 2009 y 2010 los números rojos fueron similares.

Los populares se pusieron manos a la obra para encauzar la situación y un elemento vital para ello fue el convenio colectivo 2012-2015. Incluyó algo desconocido por estos lares: bajada del 1% en los sueldos de 2012. Así, en un solo año, de 2011 a 2012, redujo su gasto de personal un 8,4%: de 31,6 millones a 28,9. A partir de ahí, ha ido creciendo hasta los 30,4.

El gobierno municipal tuvo a su favor medidas del Ejecutivo central de control del gasto público (congelación de sueldos o no cubrir bajas tras jubilaciones).

La deuda con la banca igualmente fue menguando. Y Sadeco dio ya en 2012 de nuevo beneficios, que ha repetido ejercicio tras ejercicio. Lo logró, aunque en el citado 2012, hubo un fuerte tijeretazo de la transferencias del Ayuntamiento a esta sociedad: de 19,2 millones se redujeron a 16,3, cantidad que luego se fue elevando hasta llegar el año pasado a 18,1 millones. Los ciudadanos de a pie constataron esta mejoría en 2015, cuando Sadeco congeló por primera vez el recibo de la basura. El cogobierno PSOE-IU, sin embargo, lo ha subido un 2% este 2016, pues ya ha dejado claro que no comparte la gestión popular y apuesta, entre otras cuestiones, por elevar más el gasto de personal.

Aucorsa, volantazo a medias

En la empresa de autobuses, su modelo insostenible -soportado por las trasferencias del Consistorio y con una pérdida de pasajeros descomunal- dio un reventón en 2011. Ese ejercicio lo saldó con 2,5 millones de pérdidas. El PP aplicó sus políticas. Redujo el gasto de personal, aunque en 2015 el gasto en esta materia ya se situó casi al nivel de 2011. Del mismo modo menguó hasta 2014 la deuda con la banca -de 5,1 millones al inicio del mandato a 3,6-. Eso facilitó elevarla de nuevo el año pasado para comprar 10 autobuses nuevos, dado el serio problema de antigüedad que presenta la flota.

Las distintas medidas lograron atenuar los números rojos, pero no que desaparecieran. Y así se llegó a 2015, ejercicio que Aucorsa debía cerrar sí o sí con equilibrio presupuestario. De lo contrario, se hubiera tenido que disolver. El PP previó 22.734 euros de beneficios para el pasado ejercicio. Tras llegar el bipartito PSOE-IU al poder, solicitó al Ayuntamiento que le inyectara 1,5 millones para evitar incurrir en pérdidas. El resultado final fue un beneficio de 403.870 euros. El PP ha denunciado que esa petición de fondos estaba muy inflada, pues servía también para abonar en el presente ejercicio parte de la paga extra de 2012 aún pendiente (no es obligatorio sus abono) o para provisionar el deterioro de los tres autobuses híbridos comparados en el mandato 2007/2011. Salvado el «match-ball», a día de hoy, el PSOE insiste en la difícil situación de las cuentas de Aucorsa.

Emacsa, la joya de la corona

La empresa de aguas es el buque insignia del sector público. Los beneficios se repiten en ella e, incluso, en ocasiones sirven para aliviar las cuentas de la matriz (el Ayuntamiento). Pese a ello, el gobierno municipal también hizo aquí ajustes.

Por ejemplo, el coste de personal estaba en 2011 en 16 millones y el año pasado fue de 14,4. Así, se firmó un convenio colectivo (2012/2014) que recogía disminución del desembolso en esa materia. Este elemento colaboró a que este mandato se diera en dos ejercicios (2013 y 2015) algo poco habitual en Córdoba: la congelación del recibo del agua, que en 2016 ha mantenido el cogobierno.

Otras empresas municipales

Más allá de las tres sociedades ya analizadas -las más importantes del sector público local-, hay que reparar en lo sucedido en otras empresas municipales. Lo más preocupante es la situación de Cecosam (cementerios). El PP barajó distintas fórmulas a lo largo del pasado mandato; incluso la entrada de capital privado, pero sus cuentas siguieron renqueantes. De hecho, en noviembre, el cogobierno PSOE-IU anunció una inyección extraordinaria de casi 900.000 euros para evitar las pérdidas, que hubieran supuesto su liquidación -como Aucorsa, no podía acabar 2015 en números rojos-.

Además, el gobierno municipal del PP lidió con otra cuestión novedosa: tuvo que liquidar una empresa municipal. Fue Procórdoba, la promotora municipal de suelo, que reventó junto a la burbuja inmobiliaria. Su pequeñísimo número de empleados, absorbidos por el Ayuntamiento, hizo que su liquidación no tuviera tanta repercusión. Eso sí, supuso un reto, ya que el Consistorio tuvo que absorber una póliza de crédito pendiente, de 12,8 millones.

Organismos autónomos

La gran batalla la tuvo que dar el gobierno municipal del PP en la Gerencia de Urbanismo. Al entrar ya conocía su compleja situación. Y vio cómo hasta 2013 sus cuentas languidecían. Prejubilaciones; amortización de plazas vacantes y una fortísima reducción de sueldos, así como cesiones de suelo a empresas, colaboraron a que los números rojos desaparecieran en 2014 (resultado positivo de 3,9 millones; o sea, con los recursos que generaba ya atendía sus obligaciones). En 2015, repitió tendencia (695.209).