Salvador Távora lleva a Palma del Río la «otra cara» del pueblo andaluz

El arte de Salvador Távora es un arte que nace de su sentir andaluz. Del sufrimiento y las alegrías por las que pasa un creador conectado a su tierra. «Quejío» llega a Palma del Río 45 años después de su estreno. Távora ya no está en la función.

Ni él ni el resto del elenco de aquellos reivindicativos años setenta, pero ofrece un espectáculo renovado y aplaudido por la crítica en un acto de justicia del destino: el de que una de las obras más importantes de Andalucía, haya podido estar en esta feria referente del teatro en la comunidad. Este miércoles se representó esta obra en el Teatro Coliseo, en la Feria de Teatro en el Sur.

Su tierra, siempre presente en su obra, es su inspiración sin distinciones de clases «cualquiera de las partes de Andalucía entra en los problemas que tiene un andaluz». «Es una sola. En nuestro espectáculo, se incide en la necesidad de mirarnos a nosotros mismos para ver cómo podemos solucionar nuestra imagen, nuestra forma, nuestra cultura y nuestra sociedad en general», explica el director. Lo cierto es que «Quejío» tenía por finalidad mostrar la otra cara de un pueblo estigmatizado por la juerga, el chiste y el salero.

El ser andaluz

Távora reestrenaba en su teatro, el que regenta en su barrio sevillano de toda la vida, el Cerro del Águila, esta obra con motivo de su aniversario. La casualidad ha querido que llegue en un momento en el que el director considera que se ha olvidado «lo que somos los andaluces. Ese pueblo que se lanzó a la calle y que ahora parece que tiene una necesidad de saber qué conquistas ha hecho y cuáles se han perdido», y añade que «el arte tiene la posibilidad de lograrlo».

Cuando se estrenó «Quejío», la Feria de Teatro de Palma no existía, por lo que resulta casi el pago de una deuda con el arte el hecho de que se haya podido ver en este evento referente del teatro en el sur una obra paradigmática del teatro andaluz. Salvador Távora, que fue homenajeado en ediciones anteriores por su trayectoria, siente un fuerte vínculo con este pueblo y su celebración artísitica más conocida.

«Es de los primeros festivales, creo que el primero, que apareció en Andalucía con una organización de acuerdo con lo que se quería. Volver a este festival es volver a reencontrarme. Pero no reencontrarnos con un momento, sino con muchos otros momentos», cuenta sentado en el recibidor del Teatro Coliseo, donde se volvió a ver la «actualidad que representa un viejo espectáculo» como es «Quejío».