Apuntes al margen
Los primos de la pancarta
Todo son palabras para que las comarcas no se queden muertas hasta que llega la hora de retratarse con el presupuesto
Así será la A-81: autovía por Extremadura y carretera general en Córdoba
Desde que Sergio del Molino acuñó el concepto de 'España vacía' , los poderes públicos de todo signo no han hecho sino recordarnos lo vivamente preocupados están sobre la materia. Se han organizado congresos, montado estrategias y desarrollado planes de ayudas que se fundamentan, en muchos casos, en que funcione internet.
La Diputación de Córdoba, pongamos por caso, explicó al principio de este mandato que la despoblación de determinadas comarcas, como el Guadiato, iba a estar en el frontispicio de su acción pública . El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , anunció 10.000 millones de euros de fondos europeos para financiar estas herramientas. Resumiendo, todo bien.
Hete aquí que llega el ejemplo práctico de cómo intentar que un territorio levante el vuelo . Pongamos por caso, la comarca cordobesa del Guadiato. Agotadas la minería y muy mal gestionados los fondos sustitutivos de esa actividad, resulta que el territorio depende para sus comunicaciones casi exclusivamente de una carretera nacional, la N-432 .
El Ministerio de Transportes ha liberado, al fin, la propuesta para la conversión de esa carretera en autovía, la A-81 . Con un matiz: será autovía de cuatro carriles en las zonas más pobladas -de Zafra a Badajoz - y carretera convencional de dos carriles -pero con el título de autovía, entendemos que sujeta a futuros peajes- hasta el municipio de Espiel .
Conviene precisar que la A-81 es una infraestructura extraña . España tiene un sistema radial de comunicaciones por razones que no viene al caso explicar. Esta autovía es precisamente todo lo contrario. Intenta facilitar los tránsitos desde Granada y el oriente andaluz a Portugal y el Norte peninsular sin necesidad de usar el sistema de radios de bicicleta.
El asunto tiene importancia porque se están generando interesantes tráficos marítimos atlánticos en el puerto de Sines que complementan la gran apuesta logística que sigue siendo Algeciras , una vez que se realicen las inversiones complementarias prometidas.
Para los vecinos del Guadiato es, sin embargo, una cuestión de mera supervivencia. Dependen de una carretera vetusta para su gran centro de referencia que sigue siendo la ciudad de Córdoba. En materias como el empleo, la atención médica o la realización de servicios que no se pueden obtener en puntos más cercanos.
El caso se agrava por la negativa del Estado por crear líneas de alta tensión eléctrica que permitan dar permisos de instalación a las empresas que en estos momentos están proponiendo este tipo de operaciones a los alcaldes de la zona.
Pues justo cuando se pone encima de la mesa el estudio que solvente todas aquellas carencias, resulta que se cambia carretera por carretera . Ya en una segunda fase, que ni se presupuesta ni se planifica, se verá, que es lo que suelen decir los políticos en España cuando algo no se va a hacer. Y eso se hace sin que dé la cara ni un ministrito, un secretarito de Estado, un subsecretarito de la cosa. Mutis vergonzoso.
A los vecinos del Guadiato les han invitado una y otra vez a tomar la pancarta . Les prometieron que el Estado iba a generar las condiciones precisas para que las empresas pudiesen operar y fuesen competitivas, que las conexiones fuesen tan sencillas como son en otros territorios. Y ahora, como en la película de Berlanga, se han quedado con la fiesta montada mientras veían pasar los coches. La sensación de haber quedado como unos julais se entiende . Al menos, que no los hubieran engañado desde primera hora para ahorrarle a todo el mundo la sensación de primo.
