Pruebas para el Graduado en ESO, en el instituto Alhakem II de la capital
Pruebas para el Graduado en ESO, en el instituto Alhakem II de la capital - Valerio Merino
EDUCACIÓN

Las pruebas de la ESO en Córdoba se funden con las de Bachillerato

Casi 3.000 personas optaban ayer a las dos titulaciones en un total de catorce centros de la provincia

Córdoba Actualizado: Guardar
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Se complicó un tanto la jornada de ayer en cuanto a las pruebas para obtener el Graduado en ESO, ya que de forma extraordinaria se juntaron con las que se celebraron para lograr el Bachillerato, pero finalmente se salió airoso de la situación en la que estaba previsto que acudieran a los exámenes 2.228 por un lado para la Educación Secundaria Obligatoria y otros 702 que optaban a ser bachilleres.

No obstante, la media de participación osciló entre el 50 y el 60 por ciento para la totalidad de las tres pruebas en cada categoría, ya que muchos de los alumnos venían con algunas de ellas ya aprobadas de años anteriores o prefirieron dedicar la soleada jornada del sábado para otros menesteres algo menos pesados.

Así, a las nueve de la mañana se abrieron los once centros en los que estaba previsto celebrar los exámenes para la ESO (siete en la capital, contando con el Centro Penitenciario, dos en Lucena, uno en Pozoblanco y otro más en Montilla), así como los tres para el Bachillerato (Trassierra, Fuensanta y Maimónides), en los que de mañana se celebraron los exámenes correspondientes a dos ámbitos -el científico-técnico y el de comunicación- mientras que por la tarde tuvo lugar el de ámbito social, en el que se notó algo más de merma presencial.

Muy jóvenes

¿Y quiénes se presentaban? En su inmensa mayoría jóvenes de entre 18 y 29 años con dificultades para los estudios o, simplemente, con más gusto por la calle que por los libros, así como algunos ya más veteranos que pretendían obtener el título por prurito personal o para poder promocionar dentro de una empresa en la que ya estaban trabajando.

En cualquier caso, todos conscientes de que sin este título conseguir trabajo es una tarea harto difícil. Es el caso, por ejemplo, de Rafael Castro Salazar, de 17 años, para quien «están las cosas muy malas para buscar trabajo y este título es fundamental». Su justificación para acudir ayer a esta prueba es que en el instituto «es muy difícil aprobar», pero, sorprendentemente, el examen de ayer «me ha salido bien porque es más fácil de lo que pensaba». Era su primera vez a la hora de acceder a estas pruebas.

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