Presión al bipartito

Llegado el cambio de hora del otoño, toca presionar al bipartito. El gobierno municipal de PSOE e IU (monta tanto) se encontró ayer con la crudeza de sus once miembros tras unas horas de cierto rebelión en la oposición. Ganemos decidió amenazar con no votarle los presupuestos y empezó por abstenerse en las cuentas de Urbanismo. PP, Ciudadanos y UCOR, que han sido sistemáticamente ninguneados, obligaron a la alcaldesa a un Pleno extraordinario antes de las elecciones generales para abordar temas de ciudad.

El aviso de rebelión de Ganemos tiene una explicación formal y otra de fondo. El equipo de gobierno no da tiempo a analizar las cuentas y, además, no ha dado signos de que pretenda incrementar las partidas y el personal de servicios sociales.

La realidad es que las cuentas del año 2016 se están llevando a los distintos órganos de gobierno sin negociaciones previas. Sin tiras y aflojas. Lo de ayer de Ganemos fue un aviso de que, sin sus votos, la tramoya se cae.

Los cuatro ediles de Ganemos son relevantes para todo lo que exija de una mayoría cualificada del Pleno. Y su relevancia matemática no se ha traducido hasta el momento con una presencia política que condicione el gobierno municipal. De momento, se van a abstener en todos los presupuestos de órganos autónomos y empresas. Además, reclaman más funcionarios y dinero para servicios sociales y la oficina contra los desalojos. Si no, «con Ganemos que no cuenten», dijo su portavoz, Rafael Blázquez.

El PP optó ayer por un «ahora en común» con los que no son gobierno ni Ganemos. Con el reglamento municipal en la mano, forzarán una suerte de debate sobre el estado de la ciudad antes de las elecciones. Quince días, máximo, tiene el gobierno para convocarlo. Ayer, la alcaldesa, Isabel Ambrosio, propuso dejarlo para después de las elecciones. Ya no está en su mano. Si no convoca ella el Pleno extraordinario, se lo convocará el secretario general porque así lo dice la normativa municipal.

El PP-Ciudadanos-UCOR han denunciado, a su manera, lo mismo de lo que se queja Ganemos. Que el bipartito no es consciente de sus limitaciones numéricas y no tiene abiertos puentes de diálogo para los grandes asuntos. «No estoy de acuerdo», dijo ayer la alcaldesa, de forma lacónica. El orden del día estará prefijado: Metrotrén, palacio de congresos, obras de rehabilitación, planes de rehabilitación urbana y políticas económicas.