Carta semana

El obispo de Córdoba avisa de que «si este mundo está azuzado por el marxismo, el trabajo será plataforma de violencia»

Defiende en su misiva semanal el papel laboral de los movimientos de Acción Católica para buscar «concordia y paz»

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, preside una misa en la Catedral de Córdoba Álvaro Carmona

S. L.

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández , ha avisado, a cuenta del próximo 1 de mayo , cuando la Iglesia Católica celebra «la fiesta de San José Obrero », que « si este mundo es azuzado por el marxismo , la lucha de clases y el odio, el trabajo se convierte en una plataforma de lucha e incluso de violencia y de conflicto. Por eso, es urgente que en este mundo del trabajo entre de lleno el amor cristiano».

En este sentido y en su carta semanal, Demetrio Fernández ha recordado que fue el Papa Pío XII el que «bautizó» esta fiesta del trabajo dedicándola a San José Obrero , «cuyo origen viene del día internacional del trabajo, con reivindicaciones por parte del mundo obrero de sus legítimos derechos », expresando el obispo su deseo de que «todas esas reivindicaciones, en lugar de ser propuestas por el odio y la lucha de clases , vengan propuestas por el amor cristiano, que siembra la paz en todos sus entornos».

De hecho según ha señalado en su carta, «en la doctrina social de la Iglesia el trabajo ha venido a constituirse como el centro de la cuestión social . Porque en el mundo del trabajo se encuentran las relaciones sociales de obreros y empresarios, de sindicatos y patronales».

Acción Católica

Sin embargo, «si este mundo es azuzado por el marxismo, la lucha de clases y el odio, el trabajo se convierte en una plataforma de lucha e incluso de violencia y de conflicto. Por eso, es urgente que en este mundo del trabajo entre de lleno el amor cristiano, que construye y edifica la ciudad terrena, y convierte el universo laboral en un clima de concordia y buenas relaciones ».

Esa es, precisamente, «la tarea de todo cristiano , que está presente en su propio trabajo y se santifica por medio de su propio trabajo » y «es la tarea de los grupos católicos, como son los movimientos especializados de la Acción Católica , que viven su fe en esa frontera del mundo del trabajo , tan agitado en muchas ocasiones por las injusticias que padece».

Así, según ha subrayado Demetrio Fernández, «la JOC, la HOAC, la ACO y todos los movimientos obreros católicos tienen constantemente ese reto de hacer presente el amor de Cristo en las periferias existenciales del trabajo cotidiano», de forma que, por un lado, «deben mantener su identidad católica y la comunión eclesial con los demás grupos eclesiales y con los pastores, porque si la sal se vuelve sosa no sirve más que para tirarla y que la pisen».

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