Presentación de la muestra, ayer en el Taurino
Presentación de la muestra, ayer en el Taurino - ABC
CENTENARIO

El Museo Taurino de Córdoba expone el retrato de Manolete que esbozó Zuloaga

El boceto del IV Califa del Toreo plasmado en 1945 podrá verse hasta el 28 de junio junto a dos obras de Romero de Torres

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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No es un retrato al uso. Se trata de un boceto, un esbozo certero, listo para dejar de serlo. Quizás incluso una obra terminada, porque un boceto también puede ser una obra de arte completa. Al menos, así lo considera el comisario de la nueva muestra que acoge el Museo Taurino de Córdoba, Fernando González Viñas, que presentó ayer la obra cedida por la Fundación Zuloaga con motivo del centenario del nacimiento de Manolete. El pintor Ignacio Zuloaga trazó con carboncillo los rasgos del IV Califa del Toreo en 1945 sobre un lienzo que estos días, y hasta el 28 de junio, se encuentra expuesto en el museo cordobés de la tauromaquia entre dos obras de su coetáneo Julio Romero de Torres.

La composición tríptica sugiere un «diálogo» entre tres grandes del toreo: el Manolete dibujado por el artista guipuzcoano y los retratos de Guerrita y Machaquito del pintor cordobés. Ambos compartieron no sólo una época histórica, sino también una pasión por la tauromaquia que inmortalizaron en parte de su obra. El boceto de Manolete, que sale por primera vez de su «hogar» en Zumaia, fue realizado dos semanas antes del fallecimiento de Zuloaga, lo que le aporta un significado especial que va más allá de la técnica y de la relevancia del protagonista. Por su parte, los lienzos de Romero de Torres son anteriores, en concreto de los años 1900 y 1911, y se ven las caras por primera vez en el Museo Taurino. El retrato de Rafael Guerra «Guerrita» pertenece a la familia del torero, mientras que el de Machaquito es de la colección del Bellas Artes de Córdoba.

El teniente de alcalde de Cultura, David Luque, ahondó en la importancia que tiene esta pequeña muestra para cumplir los objetivos marcados en el programa «Manolete 100 años vivo». Se trata de «recuperar lo poco que aún no hayamos visto de Manolete», afirmó, y avanzó que próximamente «tendremos la suerte de ver en la Filmoteca una faena a todo color» del IV Califa.

González Viñas explicó que Zuloaga era un retratista que trabajaba de memoria: estudiaba al modelo y no necesitaba mucho más para trazar el «esqueleto» de la obra. Por eso no necesitó que Manolete se prestara para posar para él para esbozar un retrato que, según el comisario de la muestra, puede ser «es el más completo» de los que existen del torero por su manera de reflejar su mirada.

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