Una marea violeta de 8.000 personas sale a la calle el 8-M en Córdoba para reivindicar igualdad

Más de 8.000 personas unidas en una marea violeta han marchado este domingo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer , para reivindicar igualdad entre hombres y mujeres. La multitudinaria manifestación ha logrado mantener el pulso de años anteriores -ni la histeria del coronavirus ni la politización del 8-M han lastrado la participación- y hacer una demostración de fuerza para clamar contra la brecha salarial , el acoso laboral , los altos índices de paro femenino o la feminización de la pobreza, sin olvidar las violencias machistas .

Antes de que la marcha partiera de los jardines de los antiguos juzgados para recorrer el Paseo de la Victoria, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Laura Fernández, ha recordado que pese a que la Constitución y las leyes garantizan la igualdad entre hombres y mujeres aún existe una desigualdad flagrante. En el ámbito laboral, señala cuestiones como las diferencias salariales, las situaciones de acoso en el entorno del trabajo o la falta de medidas de conciliación. También apunta que «en Andalucía ha aumentado mucho la violencia sexual», y en especial la violencia machista. En este sentido, la directora del IAM ha reivindicado « un feminismo sin etiquetas », que una a hombres y mujeres en el camino hacia la igualdad.

Por su parte, Carmen Flores, portavoz de la plataforma Nosotras decidimos , ha asegurado que «las mujeres feministas saldremos a la calle siempre que haga falta», y ha reconocido que en estos momentos las mujeres «nos sentimos atacadas» por políticas orientadas por « partidos ultraconservadores ». La subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, ha llamado a trabajar en educación y no permitir pasos atrás en materia de igualdad.

Entre consignas como « Ante la barbarie, feminismo » o «Si no luchamos juntas nos vencerán por separado», la manifestación, con una nutrida representación de chicas jóvenes, ha partido hacia Ronda de los Tejares tras confluir en la Plaza de la Constitución grupos llegados desde los distintos barrios. También se han unido a la marcha varias mujeres -también hombres- recién llegados de participar en la Pink Running , la carrera que cada año se celebra por el Día de la Mujer. En un ambiente reivindicativo pero también festivo, los perfiles más diversos han formado una marea común para clamar por una igualdad real de derechos que a día de hoy siguen frenando las actitudes machistas y las estructuras tradicionales.

El color morado volvía a teñir las camisetas de las participantes y los pañuelos anudados al cuello, pancartas más y menos costeadas, banderas de organizaciones sindicales e incluso las caras de muchas manifestantes con el signo feminista «tatuado» en las mejillas. A ritmo de batucada, con consignas contra el pin parental propuesto por Vox o contra la explotación sexual, la manifestación ha recorrido las calles de la ciudad reclamando a los viandantes el clásico «No nos mires, únete», encaminándose hacia la estación de Renfe, fin del recorrido.