SUCESOS

Incendio Córdoba | El dueño del taller: «No puedo pensar que alguien quiera hacerme esto»

Vasile, un mecánico rumano con 14 años en Córdoba, y al que sus vecinos elogian como trabajador, habla para ABC

En la imagen la fachada de Talleres Vasile en el polígono Amargacena tras el incendio VALERIO MERINO

P. García-Baquero

La grasa negra de las manos de mecánico de Vasile , de 40 años, se ha mezclado con el hollín de su nave calcinada de forma intencionada este pasado martes en Córdoba. En su cara, la desolación que hace que no se separe de la puerta de su taller, donde apenas se lee ya Talleres Vasile .

Delante del precinto de la Policía Nacional en el polígono Amargacena de Córdoba 48 horas después del incendio este empresario, pero sobre todo, trabajador, de origen rumano, conversa con un agente de la Policía Local, que intenta consolarlo como si de un amigo íntimo se tratara. Minutos después llega un Policía Nacional que parece reconfortarlo con sus palabras.

«No hay explicación para que alguien haya tenido esa rabia y haya decidido acabar con el taller de Vasile», cuentan los vecinos de nave anexa, de Talleres Fausto. «¿Quién va a quererle hacerle algo a Vasile?», contestan a ABC mostrando el perfil de un hombre bueno, un trabajador nato.

El propio Vasile tampoco da crédito a lo ocurrido, él no tiene enemigos ni deudas. El taller es su vida. «Es como si me quitaran a un hijo -yo no tengo familia sólo estoy casado- ésto era como si fuera mi hijo; me lo han quitado todo», reconoce entre lágrimas.

A la pregunta de quién ha podido hacer esto, Vasile, aún en shock, responde «no me entra en la cabeza; no puedo pensar que alguien me haya hecho esto ».

A Vasile sólo llegan palabras de apoyo y muestras de solidaridad, varios talleres les han prestado ayuda. Sus vecinos de nave, aunque se dedican a la chapa y pintura, han cedido parte de sus instalaciones a este mecánico que vive para y por su taller. «Es el primero que llega a la nave cada mañana y el último que se va, no tiene horario. En su puerta nunca faltan coches que reparar, la gente sabe que es buen profesional y tiene buenos precios. Los clientes llegan no sólo de Córdoba sino de Málaga o Sevilla, habrá alguien que le tenga envidia», recuerdan sus vecinos de talleres Fausto.

Trabaja 14 horas al día

« Que nadie diga que se dedica a otra cosa que no sea estar más de 14 horas en su taller , es lo único que hace junto a sus trabajadores, sábados y domingos. Él mismo mete uno a uno los coches a las 6.30 de la mañana. Si ahora tiene dos coches un Audi y un Porshe es porque le encantan, no tiene más lujos y lleva 14 años muy duros de trabajo montando de la nada un taller», declaraban los propietarios de Talleres Fausto .

El camino hasta lograr este taller no ha sido fácil para este inmigrante. «Cuando Vasile llegó a Córdoba hace 14 años (lleva 20 en España) trabajaba sólo con un gato y un taco de madera ; ahora tenía en su taller más de 40 vehículos y ocho trabajadores; es un mecánico incansable, su vicio es el taller», recuerda los propietarios de las naves colindantes.

Las mismas palabras sobre Vasile las repite el jefe de taller de una de las calles más arriba, de Talleres Juan Carlos, Jesús María Téllez . «Fíjese si lo conozco desde que llegó aquí que tenemos la misma aplicación móvil para ver qué pasa en el taller cuando nos vamos; a ese hombre lo he visto trabajar día y noche con sólo un gato y sus manos, cualquier cosa que necesites Vasile te la da es un buen hombre», contesta a preguntas de ABC.

Un agente del grupo Puma de la Policía Nacional intenta tranquilizar a Vasile apoyado en un coche porque lleva días sin dormir, y los ojos cargados de lágrimas. Ha llamado junto a su esposa uno por uno a los dueños de los vehículos que han sido pasto de las llamas.

«La alarma saltó a las 00.16 horas de la noche del martes, pensábamos que era un robo; nos avisaron de la central y llegué pensando eso, que era un robo», cuenta Vasile. Sin embargo el fuego devoraba los vehículos uno a uno. «Intenté sacar los coches que estaban más pegados a la calle...como pude; es lo único que podía hacer ya», relata con un pesar que hace que se le vaya la voz.

Ahora Vasile confía en que la investigación policial surta efecto y que su seguro cubra todos los gastos porque para él sus clientes son los que le han permitido conseguir todo lo que tenía y ahora ha perdido.

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