Sucesos

Crimen de Cabra: un pueblo que se debate entre el dolor y el silencio

Uno de los detenidos y el joven asesinado mantuvieron una discusión previa, según algunos testimonios

Medios de comunicación a las puertas de la vivienda del detenido por asesinato Álvaro Carmona

R. V. M.

« Agus gracias por ser como eras DEP». Con letra apresurada, así reza una octavilla colocada junto a dos discretos ramos de flores en el mismo sitio donde falleció en la madrugada del viernes al sábado el joven de 26 años de edad Agustín P.M . Es una urbanización a medio terminar en las afueras de Cabra , con viviendas de VPO vacías tomadas por las golondrinas, terrenos agostados, algunos olivares y poca gente. Allí Agustín encontró la muerte a manos, según las primeras investigaciones de la Policía Nacional, de otro joven tan solo un año menor que la víctima, J.A.F., natural de Honduras . Le clavó 17 puñaladas en presencia del único testigo del crimen, Alba O., una chica de 18 años que se recupera de las heridas leves sufridas en las manos mientras se defendía.

El crimen ha conmocionado a esta localidad de poco más de 20.000 habitantes y está en boca de casi todo el pueblo, pero muy poco se sabe con certeza , más allá de las investigaciones policiales. Quienes conocen los detalles del caso (fuerzas de seguridad, familiares o vecinos de los detenidos y las víctimas) no quieren hablar, menos aún cuando el juez ha decretado el secreto de sumario . Así, Cabra se debate entre el silencio, el pasmo y los rumores. Hay muchas teorías acerca de los motivos que pudieron llevar al asesinato del joven, algunas poco creíbles -y rápidamente descartadas por la Policía- de puro disparatadas. Como dice con sensatez una camarera en un bar cercano al lugar de los hechos, «sobre esto es mejor no preguntar ni hablar , porque un día escuchas una cosa y al día siguiente otra».

Testimonio

En otro local de restauración de la localidad, un joven asegura ser «amigo» del presunto asesino y de su hermano, D.A.F. , de 18 años de edad, quien también ha sido detenido por supuestamente encubrir la huida del principal sospechoso, que quiso escapar a su país natal el mismo sábado. Este joven, también natural de Honduras , sostiene que ambos hermanos «ya llevaban viviendo tiempo en Cabra», en torno a ocho años al menos , y el más pequeño «ya era como de aquí» porque se instaló cuando aún era un niño. Los dos hermanos «han estudiado en Cabra» y eran, afirma, «personas normales».

Sin embargo, según el amigo de los dos detenidos, el menor de ellos sí que solía «meterse en peleas» . A D.A.F. le constan detenciones policiales previas, según ha podido confirmar ABC . Siempre según el relato de este joven hondureño, D.A.F. había discutido con el fallecido hacía algunos días, por motivos que no supo aclarar, aunque ahí pudo estar el origen del asesinato.

En un radio de 300 metros en pleno centro histórico de la ciudad de la Subbética se concentran los hogares de las dos víctimas del crimen y los dos hermanos detenidos. Vivían muy cerca, pero se desconoce qué relación exacta había entre ellos. Nadie en ese entorno quiere hablar sobre el caso y piden respeto por las familias afectadas.

La familia y algunos amigos de Agustín , contactados por ABC, han rogado un poco de paz y tranquilidad para superar estos momentos de dolor, en un día (ayer) en el que Cabra estuvo tomada por medios de comunicación locales y nacionales. El caso ha tenido una notable repercusión mediática. En las redes sociales, la hermana de Agustín, Rosa , sí quiso manifestarse para agradecer todas las muestras de apoyo recibidas.

Agradecimiento

«Quería agradecer a todo el pueblo de Cabra el apoyo y el calor que hemos recibido estos días, aun siendo unos momentos tan duros, consuela saber que no estamos solos. También agradecer a los cuerpos de policía por haber hecho un trabajo excelente. Eternamente agradecida toda la familia», dice la hermana en su cuenta de Facebook , en un mensaje que ya acumula más de 150 comentarios de apoyo en unas pocas horas. En el centro del pueblo, una amiga de Rosa aseguraba que «la chica se encuentra muy mal, porque era el único hermano que tenía».

La familia de Agustín era muy conocida en Cabra , ya que el padre trabajaba con maquinaria agrícola en una localidad cuya economía depende en parte del campo. Del joven se sabe que trabajaba «en lo que le salía» , algunas veces como temporero en el campo, según afirma una vecina de la familia que prefiere, como todos los consultados, mantener el anonimato .

Agustín murió en una esquina de la calle Victoria Kent , a las afueras de Cabra. Logró huir de su asesino apenas unos centenares de metros desde que comenzó la agresión. En el lugar aún quedan restos de sangre en un alcorque desvencijado y se ven los testimonios de amigos y familiares. «¡Se hará justicia!» , indica el envoltorio de un ramo de flores, firmado únicamente por «tu familia».

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