TRIBUNALES

«Caso Fénix» | La trama del «oro negro» tenía a dos testaferros como administradores de las empresas

Los dos acusados como adminstradores de estas empresas aseguran que cobraban por firmar papeles

Sala donde se celebra la vista del juicio de lo Penal número 4 de Córdoba ALVARO CARMONA

P. García-Baquero

La segunda sesión del juicio de la operación Fénix ha dejado al descubierto la utilización de al menos dos testaferros por parte de las empresas del padre del presunto cabecilla de la trama. Uno de los acusados J.C.G.A.N. que viene acusado de 104 delitos y penas de prisión de más de 300 años de cárcel -como adminstrador de una de esas empresas desde la que se facturaba el oro- ha revelado que un conocido le ofreció un trabajo cuando se encontraba enfermo con una cirrosis hepática y salía del hospital.

En palabras al tribunal, este acusado explicaba «yo caigo con una cirrosis hepática esperando un trasplante al hospital. Conocí a Wenceslao y me proponen ser adminstrador de una empresa que era totalemnte legal yo no tenía donde caerme muerto, acepto».

El trabajo consistía en administrador de una de las empresas de la trama. «Yo creí que era algo legal, me dijeron que tenía a mi disposicón abogados; necesitaba un trabajo, estaba muy enfermo ; pesaba 46 kilos y tenía 5 hijos ; no podía ir a la calle», ha declarado al tribunal.

El trabajo consistía en que percibía un pequeño sueldo y sólo tenia que dejar la casa que compartía con ellos dos horas, y pagarla a medias. «No vi en esa casa ni entrar ni salir a nadie, nunca; ni dinero ni oro ; yo solo firmaba papeles en blanco», ha delcarado a preguntas únicamente de su abogado.

El sengundo de los acusados, A.G.L., un hombre de avanzada edad, también acusado de 102 delitos y penas que superan los 300 años de cárcel, que respondió sólo a preguntas de su abogado, aseguró que él firmaba siempre en la cocina del padre del acusado P.R.C. -ya fallecido-, y recibió durante dos meses un cheque de 540 euros a cambio de firmar unos 20 o 30 papeles.

«Me daban el dinero y me iba»

«Me presenta un talonario en blanco y yo me asusté. Nunca me recibió en las oficinas siempre en la cocina de su casa, nunca en el despacho. Ni se quien era la señorita que me traía el talón», ha declarado A.G.L. durante su intervención.

Según este acusado, el padre del encausado como cabecilla de la trama le dio garantías y él las creyó . El acusado dijo que en palabras de P.R.C., «esto va a durar poco, estoy muy delicado y voy a echar a la gente... nos quedaremos la señora que iba a firmar y yo», llegó a comentarle para ganarse su confianza.

«Me daban el dinero y me iba . Me interesaba creerle. Me detienen y me quedo como un perro. Me meten el calabozo, las huellas; me sueltan a las 10 de la noche desde las 9 de la noche; no tenía ni idea de por qué me detenían », ha declarado al tribunal.

Según este acusado, «no sabía para qué firmaba, lo que me interesaba era cobrar el dinero para llevarlo a casa».

Ahora este testaferro asegura que sólo « me ha quedado una gran deuda de ese trabajo , y no puedo tener ni un duro en el banco, sólo mi pensión. Cuido de mi esposa dependiente, con ataques epilépticos con un 70 por ciento de discapacidad».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación