Tradiciones

Cabra vive otra atípica 'Bajá' de la Virgen de la Sierra

La imagen llegó hasta la ciudad a bordo de un vehículo adaptado con el acompañamiento de sus fieles y devotos

La 'Bajá' de la Virgen de Cabra, en imágenes

Un momento de la procesión en la mañana del sábado 4 de septiembre. En vídeo, el traslado de la imagen F. O.

Felipe Osuna

La Virgen de la Sierra ha bajado este 4 de septiembre de nuevo a Cabra y, al igual que el año pasado, lo ha hecho de forma distinta a cómo tiene costumbre, sin esa marea de peregrinos que la arropa entre los riscos y las jaras del polvoriento camino que comunica la ciudad de Cabra con su Casita Blanca.

Así, la Divina Serrana volvía a ponerse en camino pero lo hacía del mismo modo que como visitó la Santa Iglesia Catedral de Córdoba en el año 2015, con motivo de la Magna Mariana Regina Mater, a bordo de un vehículo adaptado y acristalado con el que su efigie pudo ser contemplada desde las calles de la ciudad por sus hijos y devotos.

Pasaban las 9 horas de la mañana y mientras las espadaña egabrenses repicaban de gozo, en el interior del santuario y a puerta cerrada se escuchaban vítores que indicaban que poco faltaba para que la Señora se pusiera en camino. Y así fue, giraron los goznes de la puerta exterior y las pocas personas que se dieron cita en el Picacho, la mayor parte de la Junta de Gobierno de su Real Archicofradía y de la Hermandad de San Rodrigo Mártir-Costaleros de la Virgen de la Sierra comenzaron a salir al exterior formando una corta comitiva que acompañó a la Señora, portada a hombros de sus costaleros, hasta el vehículo situado junto a la explanada principal del templo, donde fue introducida.

Una quincena de coches acompañó a la Divina Serrana a su paso por una carretera que se tiñó de marrones tan típicos del estío y que cada 4 de septiembre contrastan con los cielos soleados y el verdor del entorno natural de un picacho que se queda vacío hasta el próximo mes de octubre. Acompañada por ciclistas y efectivos de la Guardia Civil y Protección Local , la Virgen llegaba a los parajes que nunca llega a transitar como Los Lanchares o Los Pelaos hasta llegar a la carretera A-339 en sentido Cabra, llegando antes de las 10.00 de la mañana al Paraje De la Fuente Del Río, accediendo al interior de la urbe y haciendo su primera parada en el Hospital Comarcal Infanta Margarita en el que se vivieron momentos realmente emotivos dada la cercanía de los enfermos con ma Efigie de la Serrana que en esta ocasión portó el elegante terno en terciopelo carmesí con bordados de oro que fuera confeccionado por las RR.MM. Agustinas recoletas en 1853.

La Señora siguió su discurrir en el vehículo por las calles egabrenses por las que suele pasar cada cuatro de septiembre acompañada de un buen número de devotos que quisieron acompañarla a pie, ya que la velocidad del vehículo así lo permitió.

La plaza de la Barriada que lleva su nombre era un mar de gentes que se dieron cita para darle la bienvenida , como si de un cuatro de septiembre anterior a la Pandemia se tratara. Allí fue bajada del vehículo por sus costaleros, llevando las pequeñas parihuelas hasta la parte superior de la escalinata de la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo . Posteriormente la comitiva se dirigió hacia el hogar de ancianos y de ahí a la parroquia de la Asuncion y Ángeles donde permanecerá durante el mes de septiembre, pasando antes por los arcos de la antigua Calle Baena.

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