Caballero, un joven fichaje para la Audiencia

Fernando Caballero (Sevilla, 1970), llegó a Palma del Río con 18 meses. Hasta el primer día de carrera no tuvo claro si seguir los pasos de «don Fernando, el pediatra del pueblo», su padre, o dedicarse a la Judicatura, como su bisabuelo. Hizo la prematrícula en Medicina y Derecho, pero su corazón le dio un vuelco hacia Derecho que acabó en 1993. Cinco años más tarde, sacaba por oposición una plaza como juez. Su primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia de Almendralejo y de ahí a Algeciras (Cádiz). Pero su cabeza estaba en «modo mercantil» y decidió especializarse en esta materia en la primera promoción de Córdoba. El Juzgado de lo Mercantil se creó con el magistrado ahora en el Supremo Pedro Vela, en septiembre de 2004, y año y medio después el magistrado Vela ocuparía una plaza en la Audiencia Provincial y su puesto lo ocuparía Caballero.

Este palmeño es hoy el magistrado más joven de la Audiencia Provincial de Córdoba. «Estoy donde siempre soñé», reconoce. Pero atrás ha dejado un Juzgado colapsado (el mismo día que tomó posesión en la Audiencia crearon un segundo Juzgado de lo Mercantil) por el que han pasado varias de las empresas más punteras de Córdoba, ahora convertidas en cadáveres. De Noriega, proceso concursal de un volumen gigantesco, a Marín Hilinger, pasando por Arenal 2000, sin contar con la farmacéutica Pérez Giménez, con su concurso de acreedores aún por resolver.

Caballero se encarga desde el 1 de mayo de asuntos correspondientes al orden civil y con competencia en materia mercantil, ocupando plaza de especialista en el tribunal provincial. Una vacante que dejó libre el magistrado, Pedro José Vela, ahora en la Sala de lo Civil, el Tribunal Supremo.

Cláusulas suelo

Caballero ha llegado a la Audiencia por ser «especialista en Mercantil» como requería el puesto, porque por años de carrera la plaza seguramente la hubiera ocupado alguien de otra generación, como corresponde dentro del escalafón judicial.

Pero a Caballero no le falta experiencia. Sus sentencias contra las cláusulas suelo de Cajasur han sentado bases y han obligado a la banca a replantear sus prácticas. Este magistrado palmeño dictó sentencia contra dos tipos de cláusula suelo en la «primera demanda colectiva que el Tribunal Supremo confirmó y el Tribunal de Justicia Europeo asumió como suya».

En la Audiencia, su mayor logro es ver cómo le llaman compañero los magistrados de los que hace poco leía con ahínco sus publicaciones: «La Audiencia de Córdoba es la mejor cantera que tiene el Supremo; dos de diez magistrados de lo Social son cordobeses y uno más, Rafael Salazar, casi cordobés. El listón es la excelencia».