PASIÓN EN CÓRDOBA
Así es el nuevo juego de potencias de Nuestro Padre Jesús de la Bondad de Córdoba
Las nuevas piezas son obras del orfebre cordobés Francisco Díaz Luque
La prohermandad de Nuestro Padre Jesús de la Bondad ha celebrado este domingo un solemne besamanos extraordinario en el santuario de la Fuensanta con motivo del primer aniversario de la bendición de su titular cristífero, obra del imaginero cordobés Antonio Bernal.
Precisamente, durante esta jornada, a las 12.30 horas, la nueva corporación cordobesa ha procedido a la bendición de las nuevas potencias de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, realizadas por el orfebre cordobés Francisco Díaz Luque , hijo del también orfebre Díaz Roncero.
La elaboración de este nuevo juego de potencias se ha realizado en base a la «combinación de un repertorio de motivos ornamentales que enlazarían con un estilo Barroco Clasicista de primera época» con «sensibles guiños al Plateresco», ha explicado Francisco Díaz Luque.
Así, la «galleta» de la potencia se configura por medio de una serie de elementos de inspiración vegetal, «casi afiligranados», pero que se enlazan entre sí pasando unos sobre otros y generando «un fuerte movimiento de relieves hacia delante y hacia atrás». El propósito de este conjugación es «lograr en esta parte de la potencia un fuerte contraste de volúmenes que sea capaz de producir un acusado juego de luces y de sombras de fuerte impacto visual».
Todos estos elementos decorativos de la «galleta» se componen y distribuyen en torno a un óvalo central que va orlado por otro engastado con pedrería, y que en un principio se han concebido como pequeñas capillas destinadas a alojar las imágenes de la Virgen de la Fuensant a, y de los mártires cordobeses San Acisclo y Santa Victoria ».
Este conjunto de motivos ornamentales se remata en su parte superior en un «frontón partido , a modo de gran cornisa curvilínea que se proyecta fuertemente hacia adelante, reforzando aún más el movimiento de la galleta», y que actúa además como elemento separador entre ésta y la « ráfaga de la potencia».
En lo que refiere a otros motivos iconográficos y ornamentales que componen la potencia, el autor, en su informe, ha destacado «la cabeza alada de querubín que sirve de arranque a los rayos centrales de la ráfaga y que supone a la vez la solución de continuidad entre ésta y la galleta».
