Planta de fermentación de Real Tesoro
Planta de fermentación de Real Tesoro
Economía

El grupo Estévez invierte 1,5 millón de euros ante la nueva vendimia en Jerez

La compañía rediseña la planta de fermentación e instala nuevos depósitos

Jerez de la Frontera Actualizado: Guardar
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El grupo bodeguero jerezano José Estévez, compuesto por las bodegas de Real Tesoro, Valdespino y La Guita, ha anunciado que realizado una inversión de un millón y medio de euros en la planta de vendimia para mejorar la calidad de los procesos de producción de sus vinos. Además de aumentar el número de depósitos autovaciantes y de prensas neumáticas, la planta de fermentación ha sido rediseñada y dotada de un software de última tecnología y de nuevos depósitos de fermentación controlada que elevan la capacidad de su vendimia en más de 7.000 botas.

Las previsiones de la compañía para esta vendimia, que comenzará a finales de este mes de agosto, son de una campaña de muy «buena calidad». Los vientos de levante de las últimas semanas han originado un avance en la maduración de la uva que se encuentra en un estado sanitario excelente.

Desde la bodega se prevé racimos más pequeños, con un peso del grano ligeramente más bajo, lo que unido a las pérdidas producidas en Trebujena y Sanlúcar como consecuencia de las enfermedades que se produjeron esta primavera, darán una cosecha de toda la Denominación de Origen un 10% menos que la del pasado año 2015.

José Estévez, S.A. posee 800 hectáreas de viñedo en el Marco de Jerez, un 12% del total controlado por la DO, lo que le convierte en el mayor viticultor del Marco y de Andalucía. Este dato pone de manifiesto el interés e importancia que la bodega otorga al viñedo como «pieza fundamental» dentro de su filosofía de trabajo, apostando por el origen y la singularidad de un terruño que es único en el mundo. José Estévez es la única bodega del Marco que utiliza el 100% de materia prima procedente de la Denominación de Origen Jerez y Manzanilla de Sanlúcar, es decir, uva y alcohol para fortificación de los mostos, para toda la producción de sus manzanillas: La Guita y La Bailaora, los finos: Tío Mateo, Inocente y Fino Tesoro, y también para el amontillado Tío Diego.

Estas importantes inversiones suponen además de un aumento en la capacidad de recepción diaria de uva, la posibilidad de comenzar los procesos de trazabilidad de sus vinos desde el viñedo, clasificando los mostos por los distintos pagos donde se encuentra, aumentándose el control sobre los procesos productivos aplicados a la selección de la uva. La sanidad y la graduación de la uva son «parámetros claves» para el destino y el precio que paga por la uva que compra. También ha sido instalado un nuevo pavimento en la planta de fermentación que aumenta los niveles de higiene de las instalaciones. Este desarrollo tecnológico responde a los exhaustivos y exigentes parámetros de control de la compañía para obtener vinos de una «excepcional calidad» convirtiéndolos en referentes del jerez, ha mantenido en un comunicado.

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