Si ya la gastronomía en todo México es razón suficiente como para planear un viaje hasta allí, que por algo la Unesco la ha considerado ya Patrimonio de la Humanidad, en Los Cabos se va un paso más allá y se puede agasajar al paladar con todo tipo de delicias mexicanas aderezadas muchas veces con un punto de sofisticación. Aun así, un guacamole siempre será un guacamole y el mejor que hemos probado nosotros es el que sirven en el restaurante Don Manuel del hotel Capella Pedregal.
Entre las calles del centro de San José del Cabo abundan los restaurantes de autor con pocas mesas en los que se cena al aire libre y a la luz de las velas. Salvo alguna excepción, casi todos trabajan recetas mexicanas, lo cual no quita para que la variedad sea definitivamente amplísima. Mientras tanto, en Cabo San Lucas, que es la localidad más grande de la zona, el ambiente es muy diferente puesto que no es un pueblito de calles empedradas sino una ciudad que vive de frente a una marina repleta de yates de lujos. Así pues, hay mucha más variedad incluyendo restaurantes de todas las nacionalidades. Eso sí, los precios, si se quiere comer o cenar bien, también son otros.
