Palacio Episcopal de Astorga, de estilo neogótico
Palacio Episcopal de Astorga, de estilo neogótico - DAVID MARTÍN

Maravillas de Gaudí fuera de Cataluña

Solo otras dos comunidades españolas cuentan con obras del famoso arquitecto

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  1. El Palacio Episcopal de Astorga (León)

    Palacio de estilo neogótico
    Palacio de estilo neogótico - DAVID MARTÍN

    Las obras fuera de Cataluña de este arquitecto se adscriben a su primera etapa, un periodo caracterizado por la tendencia historicista.

    Palacio Episcopal

    La construcción del palacio se llevó a cabo de 1889 a 1915. Fue encargado a Gaudí por el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós, dado que eran amigos. Dado que Gaudí estaba con otros proyectos tuvo que hacer los bocetos a distancia a través de las fotografías que le había enviado el obispo.

    Tras la muerte del obispo, sus sustituto no entendía el concepto de Gaudí, y este abandonó el proyecto, que continuó García Guereta.

    Al tratarse de un edificio público, el proyecto tuvo que pasar el visto bueno de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y unos meses después se comenzaron las obras.

    El palacio tiene aspecto de castillo, con almenas, miradores y un foso. Está inspirado en el arte Gótico y destaca su verticalidad, los arcos apuntados, arquillos y remates, así como sus ventanas trilobuladas.

    La planta del palacio es de cruz griega, no latina, y a pesar de no tratarse de un edificio religioso, muchos de los elementos que lo integran tiene reminiscencias de ello, como la cúpula del comedor, la misma planta o algunas de las habitaciones que parecen capillas.

    Las cuatro plantas que forman el edificio se van uniendo en una escalera de caracol.

    El material usado es granito gris del Bierzo, y esto junto al estilo hace que sea una construcción respetuosa con su entorno, formando un «triángulo mágico» junto a la muralla medieval y la catedral.

    - El museo de los Caminos

    Finalmente este palacio nunca llegó a ser la residencia de ningún obispo, y se convirtió en museo. El museo de los Caminos, en honor al Camino de Santiago que pasa por la localidad, cuenta con una gran cantidad de piezas procedentes de todas las diócesis de los alrededores.

  2. La casa de los Botines (León)

    Fachada principal con la estatua de San Jorge encima de la puerta principal
    Fachada principal con la estatua de San Jorge encima de la puerta principal - PABLO NICOLÁS TAIBI

    Mientras Gaudí se encontraba terminando la Casa Episcopal de Astorga, su amigo Eusebi Güell le recomendó para que construyera la sede de una empresa textil en el centro de León. Al igual que en Astorga, intentó que el edificio se integrara en el entorno, por lo que tuvo en cuenta la Catedral de León, la Basílica de San Isidoro y el Convento de San Marcos. La construcción se llevó a cabo entre 1891 y 1894.

    El término casa Botines deriva del apellido del fundador de la sociedad, Joan Homs i Botinàs, empresario y comerciante español asentado en la capital leonesa. Los herederos de la sociedad fueron los que encargaron la obra a Gaudí.

    En este caso cambió la tendencia habitual que había seguido en Cataluña, pues el clima de León es más frío; como son las paredes gruesas y la pizarra. La inspiración es también Gótica como puede verse en las torres cilíndricas que coronan el edificio.

    Al exterior la construcción se realizó con muros de sólida cantería caliza, dispuesta en forma de almohadillado. La fachada es de estilo gótico, con arcos lobulados y tiene un reloj y una escultura de San Jorge y el dragón (para representar el origen catalán del empresario).

    El edificio tiene planta irregular de forma trapezoidal; consta de 4 plantas, un sótano y un ático. En la planta baja se situaron las oficinas y en el sótano el almacén. En la primera planta estaban las viviendas de los propietarios, mientras que las plantas superiores se destinaron para el alquiler. Actualmente es la sede de Caja España, que la utiliza como sus oficinas y sala de exposición.

  3. El Capricho de Gaudí, Comillas (Cantabria)

    Vista del Capricho desde la entrada al recinto
    Vista del Capricho desde la entrada al recinto - JUAN TIAGUES

    Su nombre real es Villa Quijano, pero se le llamó «Capricho» por estar destinada a ser una residencia de verano de tipo oriental. Se construyó entre 1883 y 1885 y tuvo inspiración mudéjar, por ejemplo la torre que preside la entrada recuerda a los minaretes musulmanes. La importancia de este edificio es que se trata de uno de los primeros del arquitecto, en el que se pueden ver las líneas maestras de su trayectoria.

    En los materiales combina la piedra, con el azulejo y el ladrillo. El exterior del edificio se caracteriza por la utilización de la piedra en la parte baja, del ladrillo visto adornado con franjas de cerámica vidriada que representan girasoles y hojas en el resto, y la superposición de la superficie curva frente a la recta.

    El uso de los girasoles está relacionado con la relación del edificio con el ciclo solar: todas las habitaciones están dispuestas según su uso hacia los diferentes puntos cardinales; de este modo la habitación principal da al este, coincidiendo con la salida del sol, el comedor queda iluminado a mediodía y el salón al atardecer. En el centro del edificio hay un invernadero, pensado para albergar las plantas tropicales del dueño de la casa, que llevaba de ultramar.

    Debido al gusto por la música del dueño, en el edificio podemos encontrar detalles relacionados con ella, por ejemplo las cenefas que imitan un pentagrama, las barandillas con forma de clave de Sol y de semicorchea...

    El dueño sólo pudo disfrutar de su «Capricho» 7 días, antes de fallecer. Ahora mismo el palacio se puede visitar y hay paneles explicativos de las diferentes estancias de la casa.

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