Un millón para la «app» que ataja el estrés de aparcar en los aeropuertos

Es de sobra conocido, ya sea por haberlo escuchado en boca de alguien o por vivirlo en sus propias carnes, el estrés y nervios que provoca buscar aparcamiento, sobre todo cuando uno va pillado de tiempo y se dirige hacia el aeropuerto donde la puntualidad es el gran desafío. La idea de llollo ha sido simple, pero efectiva. En su primer año de vida ya ha levantado más de 1.4 millón de euros, al que hay que sumar los 830.000 euros recibidos en un nueva ronda de inversión de serie A -la primera vez que se ofrece a inversores externos- liderada por B4Motion, Stella Maris Partners, Timatoma Investments y un grupo importante de inversores privados mexicanos y españoles.

Con esta nueva inyección de capital, llollo pretende consolidarse en el mercado español como el más importante en aparcamientos en aeropuertos y estaciones de tren.

La firma española, que opera en las ciudades Madrid y Barcelona, lanzó el pasado año un sistema de parking de larga estancia. Pensado principalmente para empresas, el servicio recoge al cliente y, tras llevarlo al destino, aparca el vehículo en un parking privado y vigilado hasta devolverlo cuando uno desee. Cuando se solicita un «agente» a través la aplicación ( iOS y Android) o recogen tu coche, esté lo aparca y lo devuelve en el día y el lugar indicados.

Pese a que en un principio no fue su cometido se han especializado en aeropuertos, uno de los enclaves donde el estacionamiento tiene precios excesivamente elevados y a veces son difíciles de encontrar. «Después de unos meses nos dimos cuenta que los clientes demandaban veinte veces más en los aeropuertos que en la ciudad», señala Hans Christ, director general de llollo, en declaraciones a ABC.

Por esta razón, la idea ha cuajado de lleno en este entorno donde los viajeros se pueden desentender de su coche hasta su regreso. Con esta inyección económica, la firma aspira a expandirse internacionalmente, así como meter la cabeza en otros aeródromos nacionales como el de Málaga o el Gatwick (Londres), que tiene veinte veces más de solicitudes de aparcamiento que el de Barajas (Madrid).

Pero de momento la compañía valora aún las propuestas. Tiene algo en claro: los puntos de acceso escogidos para su expansión deben ser espacios donde exista esa problemática con el aparcamiento y se encuentren en puntos muy alejados de los cascos urbanos de las ciudades. «Estamos buscando ir a los aeropuertos más concurridos y con mayor problemas de aparcamiento», adelanta Christ, quien considera que «la idea es exportar rápidamente el modelo fuera de España. Queremos aprovechar esta ventaja par ir a otros aeropuertos».

Con 45 empleados y un lema evidente («Aparcamos por ti»), la compañía, que cuenta con un seguro a todo riesgo que ofrece cobertura de hasta un millón de euros, devuelve el vehículo en cuestión en la puerta del terminal. La idea resulta cómoda para aquellos usuarios que no tienen demasiado tiempo que gastar por culpa del trabajo. Además, no requiere de pagos en efectivo por lo que, según cálculos de la «startup», permite ahorrar hasta un 60% en comparación con los parkings oficiales u otros medios de transporte.

Todo el proceso -dice- es sencillo y totalmente seguro. «Le hemos metido tecnología a este sector porque antes podía haber una persona esperando y podía llevarse el coche una persona errónea», sugiere. En los últimos meses, además, la «startup» ha dado un giro de 180 grados al añadir nuevos servicios (lavado, mantenimiento) cuyos costes añadidos suponen actualmente el 20% de la facturación total. En estos doce meses se han realizado más de 2.000 servicios adicionales, se han aparcado más de 15.000 coches.