Marta S. J., con su anfitrión, Dale Leary, con quien contrajo matrimonio
Marta S. J., con su anfitrión, Dale Leary, con quien contrajo matrimonio - ABC

El viaje de estudios de una española a Miami que acabó en un siniestro caso de abusos sexuales a su hermana

La alumna, que llegó con 16 años a EE.UU. para estudiar un año en casa de un matrimonio, se casó con el hombre y fue detenida junto a él por los actos con su pariente, menor que ella. El que era su marido se suicidó

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Como miles de adolescentes de todo el mundo, la madrileña Marta S. J. viajó en 2012 a Estados Unidos con 16 años para mejorar su inglés. Al otro lado del Atlántico, en una casa de una planta rodeada de impolutos jardines y exóticas palmeras del área de Miami, la esperaba lo que parecía un matrimonio ideal: Dale Leary, un ejecutivo del mundo de la tecnología y el márketing, y su esposa Claudia, administradora en la red de escuelas públicas del condado. Nada hacía sospechar que lo que prometía ser una enriquecedora experiencia formativa derivaría en la truculenta historia de supuestos abusos sexuales que se acaba de destapar.

Tras completar en un instituto el 11º grado (equivalente al primero de Bachillerato español), el anfitrión voló a España con su huésped para convencer a los padres de que se quedara un curso más, a lo que accedieron.

Pese a la boda de la estudiante con el hombre, su exmujer permaneció en la casa viviendo con ellos

Meses después, nada más cumplir Marta los 18 años, Leary se divorció de su mujer y se casó con la joven española sin conocimiento de sus padres. Sin embargo, la exesposa siguió conviviendo con el nuevo matrimonio como si todo siguiera igual en la casa, situada en el pequeño municipio de Cutler Bay, unos 30 kilómetros al suroeste de la ciudad de Miami.

Poco después, en junio de 2014, los padres de la muchacha enviaron a Miami a su hermana, entonces de 14 años, con la intención de que regresaran juntas a España. Fue en EE.UU. donde la menor descubrió que su hermana mayor se había casado con Dale Leary.

Pero no fue la única sorpresa. Marta S. J. persuadió a su hermana de que había sido objeto de abusos sexuales por parte de sus propios padres, justificando que no lo recordara «porque era muy joven» en aquel momento, según recogen los informes policiales, a los que ha accedido ABC. Manipuló a la menor de tal forma que dejó que el que era su marido cometiera actos sexuales con ella, en un principio con la excusa de ayudarla a lidiar con ese supuesto pasado de abusos. La pareja practicó sexo ante ella y, en repetidas ocasiones, los tres juntos. También la hicieron beber gran cantidad de alcohol y el hombre le hizo fotos posando sin ropa y en zapatos de tacón.

Acusación a los padres

Según la Policía del Condado de Miami-Dade, cuando la pequeña volvió a Madrid denunció a sus padres de los supuestos abusos que su hermana le había llevado a creer que sufrió, pero las autoridades españolas consideraron infundada tal acusación. Al final, la menor reveló a sus padres lo que había pasado y viajaron a Florida para denunciarlo, explicó a este diario el detective Argemis Colome, de la Policía del Condado de Miami-Dade. A raíz del testimonio de la menor, tanto Dale Leary como Marta S. J. fueron detenidos bajo fianza el pasado 22 de junio y la historia afloró en los medios locales, causando gran revuelo.

Tras destaparse el caso, el hombre y su exesposa trataron de suicidarse. Él lo logró y ella sobrevivió

El hombre pagó su fianza y pudo salir del calabozo. A principios de este mes, los servicios de emergencia encontraron a él y a su exmujer, Claudia, en el coche de Leary con una manguera que conectaba el tubo de escape con el habitáculo. No pudieron salvar la vida de él, que contaba 50 años, mientras que su exposa, de 47, sobrevivió y fue trasladada a un hospital.

Mientras, la joven madrileña, hoy ya con 21 años, permanece en prisión provisional por cuatro cargos: conducta lasciva, actos sexuales ante una menor, actos sexuales con una menor e inducir a una menor a la delincuencia.

El Consulado de España en Miami se encuentra «muy pendiente» del asunto, prestando ayuda consular y «asesorando a la familia en todo lo necesario», aseguran a ABC fuentes diplomáticas, que subrayan la enorme complejidad que reviste este caso.

Ahora se ha sabido que Dale Leary tenía a sus espaldas una condena por agresión sexual en los años 80 en el municipio próximo de Coral Gables, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre la selección de las familias de acogida para estudiantes extranjeros. Sobre todo, ha actuado contra organizaciones que «no cumplieron con la debida diligencia» y no se tolera ningún «abuso ni mala conducta»teniendo en cuenta que en Florida cualquiera puede obtener por solo 24 dólares los antecedentes penales de una persona en los registros de las autoridades del estado.

La agencia que asignó el matrimonio Leary a la joven madrileña, CCI Greenheart, se reafirma en el compromiso de «facilitar un entorno seguro y positivo» a cada estudiante y afirma que evaluará a fondo lo sucedido y los procedimientos, ha dicho a ABC su vicepresidenta Megan McGaughey.

Una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., encargado de la supervisión de este tipo de programas, sostiene que se actúa contra las organizaciones que no cumplen con diligencia y que no se tolera «ningún abuso». Sin embargo, desde la red de escuelas públicas del condado de Miami-Dade se pide reforzar el control y comprobar las huellas digitales de las familias de acogida con las bases de datos del FBI.

[Más información sobre el funcionamiento de los programas de estudiantes extranjeros y sus posibles lagunas, en este enlace: Alertan de fallos al revisar los antecedentes penales de familias que acogen a escolares en EE.UU.]

Incógnitas sobre el papel de la exesposa

Entre las numerosas incógnitas abiertas en esta escabrosa historia está el papel de Claudia Leary. Cuando su exmarido y la joven española fueron detenidos, la Policía carecía de «evidencias físicas contra ella», explica el detective Colome. Sin embargo, si en las investigaciones realizadas a partir de entonces aparecen pruebas que pudieran incriminarla, como fotos o vídeos, eso podría cambiar, apunta.

De momento, en la casa se han encontrado cuatro cámaras de fotos de gama alta, dos ordenadores personales, seis portátiles y diez discos duros y tres tarjetas de memoria, según el canal local de televisión NBC6.

El Distrito Escolar ha trasladado a la mujer a otro destino sin contacto con estudiantes, «a la vista de las gravísimas acusaciones que se han formulado en este caso», ha publicado el periódico «Miami Herald».

La Policía cree que pudo haber más víctimas. Al menos otros once alumnos se alojaron en la casa

Tanto la Policía de Miami-Dade como fuentes conocedoras del caso en Madrid coinciden en que se trataba de una familia «normal», envuelta en unos hechos lamentables a los que cuesta encontrar explicación.

Los investigadores creen que pudo haber otras víctimas y piden a quien haya estado en contacto con Dale Leary y Marta S. J. que se comunique con Miami-Dade & the Florida Keys Crime Stoppers, un programa para facilitar información de delitos de forma anónima. De acuerdo con medios locales, en la vivienda se ha hallado documentación de al menos otros once estudiantes alojados en los últimos cinco años. «No sabemos el número exacto de víctimas, pero Dios sabe cuántos pudieron ser», advierte Argemis Colome.

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