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Ricardo de Francisco en la fuente de Cercadillo (Sigüenza) - ABC | Vídeo: Atlas

Ricardo de Francisco, alérgico al wifi: «Hago una vida aislado de la sociedad»

Ha conseguido que el Tribunal Supremo le reconozca la intolerancia a la exposición de radiaciones electromagnéticas como causa de una incapacidad

Madrid Actualizado: Guardar
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Ricardo de Francisco ha conseguido que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le reconozca su derecho a una prestación por incapacidad como consecuencia de la electrosensibilidad que padece desde el año 2007. La sentencia es pionera porque la Justicia reconoce por primera vez en exclusividad la intolerancia a la exposición de radiaciones electromagnéticas. Fallos anteriores reconocían otras patologías asociadas a la alergia al wifi como el síndrome de fatiga crónica o la fibromialgia.

Ricardo de Francisco tiene 47 años y es ingeniero en Telecomunicaciones. En 2014 fue despedido de su trabajo después de varias bajas médicas por las limitaciones que le imponía su alergia al wifi. Ahora vive aislado. Ha tenido que poner una malla metálica con una toma a tierra en uno de los muros de su habitación para evitar que las radiaciones electromagnéticas del «router» de su vecino pasen a su casa.

-¿Cómo se empezó a dar cuenta de que sufría electrosensibilidad?

-Porque mi salud empezó a deteriorarse. En 2007 empecé con taquiardia. En 2010 tenía depresión y ansiedad, agresividad, dolores musculares. Estuve de baja un tiempo y luego volví al trabajo pero los síntomas fueron a peor. Empezaba a estar lento, olvidaba cosas, palabras. No me salían las palabras. Mi rendimiento en el trabajo no era el que yo quería ni el que la empresa esperaba de mí. Eso empezó a causarme un problema para ellos y para mi. Me dolía la cabeza y de me daban pitidos en los oídos. Se me contracturaba el cuello y los hombros. La guinda fue cuando comencé a sentir quemazón en el oído izquierdo. Entonces me dí cuenta de que tenía un router encima mío sobre el lado izquierdo para dar servicio a un montón de ordenadores.

Me bajé al servicio médico de la empresa y les pregunté si lo que me pasaba no podía ser electrosensibilidad porque yo notaba una sensación de quemazón muy similar a la que tenía cuando al usar el móvil no había buena cobertura. Me decían que no que la electrosensibilidad no existía.

-¿Cómo consiguió que le diagnosticaran este problema?

-En una revisión de oídos me pidieron que me hiciera una analítica de las tiroides porque el otorrino se llamó la atención los 20 kilos de peso que había ganado desde la última revisión. Tal como él pensaba las tiroides no funcionaban. Entonces me dijo que había que repetir la prueba al cabo de un mes. Ese mes coincidió que me pedí la baja y al repetirme la prueba al cabo de un mes me dio bien. Entonces cobraba fuerza la idea de que el router que tenía sobre mi cabeza en la oficina podía ser la causa.

Me puse entonces en contacto con un médico del Hospital Ramón y Cajal que investiga sobre los campos electromagnéticos y la salud. Él me remitió a un especialista del Barnaclinic en Barcelona que lleva años diagnosticando esta enfermedad. Me hizo el diagnóstico y me dijo que tenía electrosensibilidad y me hizo el informe. Allí también me dijeron que todos los efectos psicológicos que tenía eran también debido a la electrosensibilidad.

El siguiente paso fue buscar un médico en la Seguridad Social entendido en el tema. Lo encontré en el Hospital Universitario de Guadalajara. Le llevé todas las pruebas y la documentación que tenía. Me confirmó el diagnóstico.

-Ese informe del Hospital Universitario de Guadalajara ha servido para que la Justicia finalmente le reconozca su electrosensibilidad...

Claro. Además yo ya había pedido la baja en varias ocasiones.

-¿Cómo es su vida cotidiana? ¿Qué medidas debe tomar para mantener la salud?

-Hoy mi vida es más aislada de la sociedad. Está basada en ver que no hay radiación donde yo me muevo. En ver que hay los menos químicos posibles y hacer una vida lo más saludable posible. De momento vivo en Madrid pero apenas pueda ordenar mi vida, mi objetivo es irme de una gran ciudad para irme a un pueblo y vivir en un entorno más sano que la ciudad.

-¿Cómo hace para evitar la radiación electromagnética?

-En el dormitorio he tenido que apantallar la pared y el techo con una malla metálica con una toma a tierra para evitar que las radiaciones electromagnéticas del «router» de mi vecino pasen a mi habitación. Me he comprado además un medidor de radiaciones.

-¿Se trata de la primera sentencia que reconoce la electrosensibilidad como única patología?

-Sí. Se reconoce la electrosensiblidad cómo síntoma principal.

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