Una familia iraquí en el campamento de refugiados «Virgen María» de Bagdad
Una familia iraquí en el campamento de refugiados «Virgen María» de Bagdad - ABC

Otra Nochebuena lejos de casa

Miles de familias cristianas iraquíes pasan las fiestas en campamentos de refugiados en el Kurdistán o Bagdad

Madrid Actualizado: Guardar
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Vivir en un campo de refugiados a miles de kilómetros de casa es el destino que la violencia y la guerra impone año tras año a millones de personas en el mundo. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) estima que solo en el último año alrededor de 60 millones de personas se han visto forzadas a huir de su país de origen. Una cifra nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial.

Muchos de ellos son cristianos, como las más de 120.000 familias iraquíes que pasan por segundo año consecutivo la Navidad en caravanas en la región del Kurdistán (al norte del país). Llevan allí más de un año después de que el terrorismo del mal llamado Estado Islámico tomara a la fuerza las principales localidades de la llanura del Nínive -incluida Mosul- en junio de 2014.

Algunos de ellos se han trasladado a Bagdad y viven como desplazados internos en campos de refugiados. «Vienen desde el Kurdistán a hacer trámites para poder recuperar sus papeles porque en la huida han perdido pasaportes, DNI», comenta a ABC Luis Montes, párroco de la Catedral Latina de Bagdad y uno de los sacerdotes que trabaja en el campamento de refugiados «Virgen María», que también recibe la colaboración de la fundación Amigos de Irak.

Cansados de huir

Esta Navidad este religioso celebrará misa junto a un grupo de las 140 familias que viven en este «pequeño barrio de caravanas». «Intentamos que tengan una vida un poco más normal. Hemos conseguido algunos electrodomésticos como cocinas y lavadoras y les hemos regalado un pequeño árbol de Navidad», comenta el padre Luis, quien recuerda que estas familias «han sido implantadas por la fuerza en una ciudad enorme».

Lo que más pesa en sus «nuevas vidas» es sobre todo «la falta de trabajo». «Al menos hemos conseguido fondos para pagar el transporte y que los niños puedan ir a la escuela», comenta este joven religioso del Instituto de Verbo Encarnado y que lleva cinco años en Irak. Y es que la mayoría son familias jóvenes con niños pequeños. «Más de un centenar, 125 concretamente, están en Primaria», añade.

Aunque todos conservan el deseo de volver a sus hogares, muchos han perdido la esperanza. « Están cansados de huir y no ven posiblidades de regresar. En medio de tantas dificultades, la fiesta de Navidad cobra un cariz mucho más importante para ellos. Se identifican mucho con la Sagrada Familia porque también fueron refugiados y tuvieron que huir», comenta.

El local que ocupa la capilla de este campamento de refugiados fue construido con los fondos enviados por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). Esta fundación de la Santa Sede ha aportado nada menos que el 60% de la ayuda recibida por la Iglesia iraquí.

Conscientes de las dificultades que sufren muchos cristianos perseguidos en muchos puntos de Oriente Medio, Asia y África, AIN acaba de lanzar su campaña de Navidad para apoyar económica y espiritualmente a las Iglesias locales en estas regiones que trabajan con los refugiados y desplazados en sus países y regiones de origen. En los últimos diez años, esta organización ha multiplicado por dieciocho su ayuda a los desplazados pasando de los 600.000 euros en 2005 a los 11,6 millones en 2015.

Con el lema, «Una Iglesia de campaña con los refugiados de origen», AIN vuelve 50 años después al origen de su carisma, ya que esta fundación de la Santa Sede surgió en 1947 de la mano del padre Werenfriend van Straaten para atender a los refugiados alemanes de la Europa del Este tras la II Guerra Mundial.

Siria, fuente de refugiados

Siria es el país que genera mayor número de refugiados y desplazados internos -cuatro y ocho millones respectivamente-, mientras que Líbano es la nación con mayor proporción de refugiados acogidos del mundo. Casi un tercio de su población son extranjeros que han dejado sus hogares debido a la violencia. AIN ha destinado más de ocho millones de euros a distintos proyectos en Siria desde el inicio de la guerra en el año 2011.

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