Estudiantes de diferentes institutos de Madrid debaten acerca de sus principales preocupaciones
Estudiantes de diferentes institutos de Madrid debaten acerca de sus principales preocupaciones - Maya Balanya

Los jóvenes madrileños consideran los fallos del sistema educativo, el «bullying» y la falta de autoestima sus grandes preocupaciones

Ayer se puso en marcha en España, «Scholas Ciudadanía», una metodología creada por el Papa Francisco para responder a las necesidades de los jóvenes dentro y fuera de las aulas y que parte de problemas planteados por ellos mismos.

Serán las autoridades de Madrid y el propio Francisco quien reciba las propuestas y soluciones una vez finalizada la experiencia

MADRID Actualizado: Guardar
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Los jóvenes madrileños empezaron a «hacer lío». Aquel mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, que tanto caló y que reiteró en otras ocasiones, llegó finalmente a la juventud madrileña.

Un total de 300 chicos de entre 15 y 17 años provenientes de 20 escuelas públicas, privadas, laicas y religiosas de la Comunidad de Madrid se reunieron ayer en el colegio La Salle Sagrado Corazón para formar varios grupos de debate, y así poder conocerse, intercambiar ideas, opiniones («hubo tiempo hasta para pedir algún teléfono», bromea uno de los chicos) y, finalmente, elegir tres problemáticas que les preocupan, y que no siempre son escuchadas ni atendidas por las autoridades escolares, ni por sus padres, ni por los políticos...en definitiva, por la sociedad.

La iniciativa forma parte de « Scholas Ciudadanía», una metodología impulsada por el Papa Francisco que eligió a España como base de lanzamiento en Europa y que pretende ayudar a los chicos respecto a sus necesidades y preocupaciones, y como objetivo último, rehacer el pacto educativo. «Este Papa me cae súper bien. Hoy soy un poco menos ateo», bromea Álvaro, de 16 años, del colegio San Bernardo.

Las problemáticas planteadas no giraron solo en torno al ámbito educativo (becas para poder acceder a la Universidad, más asignaturas enfocadas a la realidad, menos deberes para casa...), sino también se pusieron sobre la mesa aquellas cosas que quieren cambiar en otros ámbitos de su vida. «En mi grupo planteamos la necesidad de resolver el drama de la violencia de género o el uso excesivo de las redes sociales. No salimos de casa y nos comunicamos más por el teléfono que en persona», reconoce Álvaro.

Laura y Álvaro, del colegio San Bernardo
Laura y Álvaro, del colegio San Bernardo - Maya Balanya

A su lado, Laura, su compañera de clase, confiesa que una de sus principales preocupaciones es el acceso a la universidad. «Quiero estudiar Criminología, pero si no podemos acceder por falta de dinero es un problema», explica.

Las problemáticas planteadas por estos madrileños han tenido muchísimos puntos de encuentro.

Lejos de la imagen que estamos acostumbrados a ver (o vender) de jóvenes desafectos, desinteresados o apáticos, la realidad es que de esta reunión salieron problemas que desestabilizarían la mesa (y las ideas) de más de algún experto en educación.

Se mencionó la violencia de género, el desempleo juvenil, la pobreza y el desperdicio de comida, las adicciones (redes sociales, drogas, tabaco o alcohol), contaminación, sexualidad (exigencia de mayor información), y las dos más votadas por los chicos en asamblea: presión de grupo («bullying», discriminación, diferencias de género o falta de autoestima) y la otra problemática que ha contado con un mayor apoyo por parte de los chicos: deficiencias en el sistema educativo(que incluyó un abanico inmenso: falta de independencia del gobierno, desigualdad en el acceso a estudios universitarios, exceso de deberes después de clase, falta de motivación, escasa participación de los jóvenes en la educación, etc).

«Somos el futuro, nos tienen que tener en cuenta»

Pero plantear los problemas es solo el primer paso. Después de haber elegido las dos temáticas más relevantes, llega lo que Scholas llama la «semana de inmersión», que se celebrará del 18 al 22 de enero. Durante estos días, los jóvenes volverán a reunirse, esta vez, solo con las dos problemáticas más votadas, se elaborará una hipótesis, se hará un diagnóstico, incuso algunos de ellos se entrevistarán con especialistas o hablarán con políticos y, finalmente, se plantearán soluciones. ¿Para llevárselas a quién? A las autoridades de Madrid. Y también, al propio Papa Francisco.

Los jóvenes votan en Asamblea los temas que les preocupan y que trabajarán para presentar a las autoridades de Madrid
Los jóvenes votan en Asamblea los temas que les preocupan y que trabajarán para presentar a las autoridades de Madrid - Maya Balanya

Los jóvenes, llamados a participar de esta metodología impulsada por el Papa Francisco y que se enmarca dentro de su organización Scholas Ocurrentes, se han mostrado muy contentos con los resultados de la iniciativa. «Estamos expresando nuestros problemas, lo que sentimos», dice convencida una joven. «Esto sí que sirve, no se trata de la típica charla sobre el peligro de consumir drogas donde te sueltan un discurso, se están planteando problemas desde los jóvenes, lo cual me parece muy útil», añade otro estudiante. «Somos el futuro, nos tienen que tener en cuenta», sentencia Jaime.

Los chicos también destacaron lo bueno que resultó para ellos interactuar y conocer gente de otros distritos. «Esto me hizo ver muchas cosas, que hay gente muy diferente que piensa diferente», asegura Nicolás, del colegio San Eulogio. Por su parte, Ana María, del mismo colegio aseguró que para ella ha sido una experiencia muy buena «para conocer otros estudiantes» y sobre todo, para conseguir cambios. «Todos queremos un cambio educativo y vamos a conseguirlo».

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