Francesc Pedro antes de participar en una conferencia en Madrid sobre el uso de la tecnología en las aulas
Francesc Pedro antes de participar en una conferencia en Madrid sobre el uso de la tecnología en las aulas - isabel permuy
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Francesc Pedró: «Habrá que plantearse si todo el mundo tiene que tener una matrícula universitaria prácticamente gratuita»

Considera que la financiación del sistema universitario es «una asignatura pendiente muy importante»

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Francesc Pedró (Barcelona, 1960) trabaja en el sector de la educación y las tecnologías de la Unesco en París desde 2010. Es un experto en políticas educativas comparadas y ha pasado estos días en Madrid para participar en la Semana de la Educación organizada por la Fundación Santillana en la que se analiza el papel de la tecnología en las aulas.

-¿Como ve usted como experto en educación el sistema universitario español? En España hay un debate sobre si el actual modelo de financiación es sostenible...

-El esfuerzo que ha hecho el país en términos de generalización y masificación en el buen sentido de la enseñanza universitaria no tiene parangón en ningún otro país europeo. Desde este punto de vista, en términos de números llegamos a mucha más gente de lo que sería previsible teniendo en cuanta nuestra historia más reciente.

Pero, por otra parte, es verdad que en cuanto a la calidad de la enseñanza, tenemos una gran variabilidad. Podemos encontrar experiencias de enseñanza aprendizaje que son equiparables a las mejores universidades europeas hasta otras que, en definitiva, se distinguen poco de lo que serían un centro de bachillerato, por tanto es importante que tengamos mecanismos de mejora de la calidad.

-En este contexto de avance, ¿estaría la financiación entre los retos pendientes?

-Hay asignaturas pendientes muy importantes como es precisamente la cuestión relacionada con la financiación sobre todo con esta idea de que todo el mundo tiene que tener una matrícula prácticamente gratuita en lugar de tener un sistema de financiación de acuerdo con el cual cada uno pague de acuerdo con sus posibilidades y reciba de acuerdo a sus talentos. Eso es lo que encontraríamos en otros países y no tenemos en España.

-¿Cuál es el sistema que prevalece en los países de nuestro entorno? ¿Cuántos países tienen una universiad con una financiación mayoritariamente pública?

-Nuestro vecino más inmediato que es Francia es otro caso de dotación pública enorme. Pero también es verdad que el sistema universitario francés está muy segmentado y una cosa son las facultades universitarias y otras son las llamadas grandes escuelas donde está el verdadero prestigio. Sin embargo, cuando nos vamos a los países del norte de Europa nos damos cuenta de que el principio básico es que el beneficio fundamental de la enseñanza universitaria se la lleva el individuo que recibe esa educación a través del salario que consigue cuando encuentra el trabajo adecuado a su perfil. Por consiguiente es lógico pensar que la contribución que se hace sea proporcional a la renta que uno tiene cuando ingresa y también a la renta que recibe cuando trabaja como se hace en los países nórdicos.

-Desde ese punto de vista, ¿es lógico entonces que los estudiantes contribuyan económicamente de acuerdo al servicio que han recibido?

-Parece lógico que contribuya más el que más beneficio recibe. Una cosa es decirlo como yo lo estoy diciendo y otra cosa es bajar al terreno de la negociación con las universidades y los estudiantes. Pero más tarde o más temprano tendremos que hacer la reflexión sobre quién se lleva los beneficios y quién paga la factura.

-¿Desde su planteamiento entonces cree que es sostenible el actual modelo de financiación del sistema universitario?

-Ese es el gran tema. Por eso creo que esta es una de las grandes asignaturas pendientes. Si en los años 60 o 70 nos hubieran dicho que en una generación íbamos a tener este panorama de riqueza universitaria, yo creo que poca gente se lo habría creído, teniendo en cuenta el pasado del país. Somos el país, en el contexto europeo, que más estudiantes Erasmus recibe. Podrán decirnos que no es sólo por una cuestión académica y es verdad, pero también somos los que más estudiantes Erasmus exporta. Eso significa que nuestro sistema empuja a los estudiantes a que descubran la realidad universitaria en otros lugares, lo cual en sí mismo es muy universitario y académico.

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