La Junta deja sin terminar en Sevilla obras y proyectos por valor de 340 millones de euros

Una somera relación de las obras ejecutadas y abandonadas por la Junta de Andalucía en Sevilla suma más de 340 millones de euros (casi 56.500 millones de las antiguas pesetas). Uno de esos grandes proyectos que dejó de ser una prioridad para la Junta en Sevilla fue el AVE a Málaga, que iba a unir a ambas ciudades en apenas 55 minutos. Si se hubieran cumplido los plazos estaría terminado en 2017 y hubiera venido muy bien para impulsar el eje entre ambas capitales en el que tanto empeño ponen ahora los ayuntamientos de ambas ciudades y hasta la propia Junta.

En febrero de 2014, diez años después de que la administración autonómica asumiera la ejecución de ese tramo de alta velocidad, la Consejería de Fomento decidió enterrar definitivamente el proyecto que iba a unir Sevilla y Málaga en apenas 55 minutos.

Eso, tras invertir 279 millones de euros.

Aquel proyecto llegó a incluir una estación del AVE en el aeropuerto de San Pablo, que por supuesto cayó tan en el olvido que ni el alcalde de Sevilla, Juan Espadas —quien ha reclamado la prolongación de la línea de alta velocidad que llega a Málaga a su aeropuerto— la ha recordado y eso que la terminal aérea hispalense no cuenta con el cercanías que si tiene la malagueña ni tiene una conexión con metro como tienen otros aeropuertos españoles.

El desarrollo de la red de metro de Sevilla que incluía esa conexión al aeropuerto también duerme en un cajón. La Junta, tras el brutal sobrecoste de la línea 1, que casi duplicó el presupuesto inicial, destinó 17 millones de euros a la redacción de los proyectos constructivos de las líneas 2, 3 y 4. Los presentó y hasta abrió un plazo de alegaciones. En 2012 todas las esperanzas para completar la red de metro se vinieron abajo con el recorte presupuestario y la consiguiente paralización de los principales proyectos constructivos de la Junta.

Las perspectivas económicas han mejorado, pero el Gobierno andaluz no ha iniciado siquiera el proceso para sacar a licitación ni una sola de las líneas de metro y eso a pesar de los positivos resultados de la línea en servicio y que, según la propia Junta, «refleja el éxito y la rentabilidad social de este medio transporte público».

En este proyecto, la Junta ha vuelto a escudarse en el viejo argumento de reclamar dinero al Gobierno central para retrasar su ejecución en vez de actuar —como hizo en su día con el ejecutivo del socialista Rodríguez Zapatero— y ponerlo en marcha suscribiendo un protocolo que asegure su aportación económica conforme al sistema de financiación que decida el Gobierno andaluz.

El plan del transporte metropolitano que ahora tiene en revisión la Consejería de Fomento también apostó en su día por los tranvías de Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas y Aljarafe. De aquellos proyectos, la Junta sólo se marca como prioridad acabar la obra del tranvía de Alcalá en 2017, que estuvo casi cuatro años parado.

No hay dinero para el tranvía de Dos Hermanas ni mucho menos para el del Aljarafe y eso que sólo en éste se invirtieron en su día 2,7 millones de euros en la redacción de los proyectos y algo más de 13 millones en la ejecución del vial metropolitano por el que discurriría entre Mairena del Aljarafe y Bormujos.

Precisamente en esta comarca, el Aljarafe, la Junta apostó en su día por ejecutar una serie de plataformas reservadas para el transporte público y llegó a gastarse 1,2 millones de euros en la redacción de un proyecto del que nada se sabe.

Falsas expectativas

Mucho más dinero público, en torno a 27 millones de euros, tenía invertida la Junta cuando decidió parar las obras del Hospital Vigil de Quiñones, un centro que se convirtió en su día, como el metro, en tema de batalla política con el Gobierno central y sobre el que ahora la propia Junta, en palabras de Juan Carlos Raffo, su delegado en Sevilla, ha llamado recientemente a «no crear falsas expectativas». Ni falsas ni verdaderas. Las expectativas sobre otro proyecto en el que la Junta se empeñó en su día —construir un centro de alta resolución en el solar del Equipo Quirúrgico— ya casi no existen, máxime cuando ahora se ha autorizado el uso de esa parcela como aparcamiento rotatorio.

Entre las prioridades de la Junta no está tampoco la Ciudad de la Justicia —proyecto de «ciencia ficción», según un consejero—, que sí tienen Málaga, Granada y Córdoba. La Junta sólo se apunta a terminar el tranvía de Alcalá, construir la pasarela ciclista sobre la SE-30, iniciar las obras de la Politécnica en Los Bermejales e impulsar, porque no queda más remedio ante la amenaza de una multa de la Unión Europea, las depuradoras que faltan en muchos municipios. También reclama la conexión del cercanías de la Cartuja con el metro en Blas Infante, pero ese proyecto es competencia del Ministerio de Fomento y ese es otro cantar.