Europa reclama a los restaurantes «La Mafia» que cambien su nombre

Aunque en España pasa todavía prácticamente desapercibido, en Italia el asunto está generando enorme polvareda y varios diarios han reavivado esa llama en los últimos días. La cadena de restaurantes española «La Mafia se sienta a la mesa» (llamada de manera más común simplemente «La Mafia») se encuentra en el punto de mira de los responsables públicos e incluso de la justicia del país transalpino precisamente por el uso del nombre, que allí se considera ofensivo e inapropiado. «Contrario a la moral y al orden público», concretamente. Tanto que llevan meses pidiendo el cambio de nombre de esta franquicia radicada en Zaragoza, que posee 41 establecimientos en toda España y que en Sevilla tiene tres: uno en pleno centro de la capital (Plaza del Duque), otro en Nervión (Luis de Morales) y un tercero en el municipio de Tomares.

Las protestas en Italia han ido creciendo. Ya se elevó una queja formal a la Unión Europea para que actuase y acaba de llegar la respuesta oficial desde la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) europea, una especie de ente sobre comercio, marcas, patentes y propiedad intelectual que ha decidido que se declare nula dicha denominación de estos restaurantes, dando la razón a los denunciantes y un serio varapalo a la firma gastronómica española. La prensa italiana viene celebrando estos días el éxito de su presión, que para ellos ya equivale a prohibir este nombre en usos comerciales. «La Unión Europea veta el nombre de los restaurantes La Mafia por considerarlo contrario a los principios morales», recogía estos días el diario La Repubblica, uno de los que denunciaban esta cuestión.

Desde la franquicia se explicaba a este periódico que la resolución comunitaria no es firme, que ha sido recurrida y que se está pendiente de la sentencia ante la sala de recursos de la OAMI, «cuya resolución, en cualquier caso, también puede ser objeto de recurso ante el Tribunal General y, posteriormente y si procede, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre cuestiones de Derecho». Además, se especificaba que, desde su punto de vista, la decisión «sólo es aplicable a la marca europea, La Mafia Franchises, con lo que el asunto no afecta a los restaurantes en España, sólo si se abriera uno fuera del país». Se recalcaba que la marca nacional, de la que también es titular la compañía matriz, es «totalmente autónoma e independiente de la marca de la Unión Europea». Este extremo no es compartido por los denunciantes.

Los responsables de la cadena española de restaurantes defienden el nombre de la franquicia, asegurando que se trataba de un guiño al cine de mafiosos -especialmente a la trilogía de «El Padrino»- y en ningún caso, como era de esperar, una apología de la organización criminal. «En modo alguno se pretende promover o justificar, como es evidente, ningún vínculo con organizaciones criminales o violentas ni herir sensibilidad alguna», exponían.

A la espera de ver qué ocurre definitivamente, la presidenta de la Comisión Antimafia en Italia, Rosy Bindi, celebraba la decisión europea asegurando que es importante que no se permita «hacer folclore con este término» y apuntando además que su uso afecta al prestigio internacional de la gastronomía italiana. Además, el concepto de la cadena presenta de forma positiva a «una organización peligrosa y que no sólo amenaza a Italia», señalan en aquel país. «La comida italiana, que es excelente, no puede ser relacionada con la marca de la mafia. Hay que acabar con eso», indicaba la presidenta del comité parlamentario antimafia. En este sentido, Coldiretti -una asociación de productores agrícolas italianos- lleva años luchando contra el uso de la palabra «mafia» en locales y productos, algo que, como ellos recuerdan, está extendido por todo el mundo.