«Que diga ya, alto y claro, el SAS si cierra el centro de salud de Huerta del Rey»

A pesar de que Salud confirmara en octubre al PP que en noviembre se cerraría el centro de Salud de Huerta del Rey, después de haber estado negándolo desde febrero, el mes ya está terminando y aún nadie sabe qué pasará.

Ni los vecinos han recibido cartas con el anuncio de la clausura, ni los profesionales tienen confirmación, ni los visitadores médicos, ni tampoco el PP cuyos dirigentes en Sevilla estuvieron este lunes en la puerta del ambulatorio para protestar por lo que consideran un engaño.

El presidente del PP de Sevilla, Juan Bueno, junto al portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Díaz, insistió en que se paralice el cierre del centro de salud de Huerta del Rey, ubicado en el Distrito Nervión y valoró las más de 4.000 firmas recogidas por los vecinos para solicitar a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que se mantenga abierto.

Bueno explicó que en la campaña en la que están recorriendo todos los municipios y distritos de la ciudad para recoger firmas, reivindican «una sanidad diez en Andalucía» donde «la atención a la salud de los sevillanos deja mucho que desear». En Huerta del Rey han reivindicado que se dejen de «oscurantismos» y que no vuelvan a seguir «ocultando la verdad de lo que quieren hacer».

Así, ha recordado que en el Parlamento de Andalucía dijeron que iban a cerrar en noviembre estas instalaciones, pero aún no lo han cerrado y creen que esto es «perjudicial» para los miles de sevillanos que se ven afectados por este cierre, a quienes se les somete «permanentemente al engaño». Así las cosas, han insistido en que Susana Díaz y el PSOE-A se pronuncie «sin más dilación» y que digan «alto y claro» que este centro de salud no se va a cerrar, que es lo que quieren los vecinos de Sevilla, en este caso, del barrio de Nervión.

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Díaz, mostró su «satisfacción» por los 15.000 usuarios de Huerta del Rey que están imponiéndose en sus reivindicaciones en defensa de sus derechos.

«Es un éxito que siga abierto este centro para los vecinos de los barrios de la Buhaira, Viapol, Huerta del Rey, Nervión, San Bernardo y aledaños, los cuales tienen aquí sus consultas, así como para los profesionales que trabajan, a los que la Junta ha estado maltratando», lamentó.

El Grupo Popular en el Ayuntamiento se siente orgulloso por haber realizado el trabajo, «que no es otro que escuchar los problemas de los sevillanos y ayudar a que se solucionen».

Así, hay que recordar que han llevado dos propuestas al pleno municipal, en abril y julio, para instar a la Junta a que anulara el cierre, y ambas fueron aprobadas, por lo que «nos enorgullece que esta presión haya sido de ayuda».

Por último, Díaz reiteró que «con razón los vecinos piensan que en todos estos años la Junta ha tenido tiempo de construir un nuevo centro de salud digno para estos barrios», por lo que «no están dispuestos a que su atención sanitaria se vea perjudicada, ni a que se pongan parches provisionales como el reparto en diferentes centros», a lo que ha agregado que espera que la Junta «deje de engañar y dar largas».

Los profesionales del centro tampoco saben cuándo será y si habrá cierre y apuntan a que a finales de diciembre termina el contrato de alquiler que tiene el SAS con la propiedad del local donde está el centro de salud, en la avenida de Eduardo Dato. Según dijeron a ABC, los dueños del local son usuarios del centro y «están ya aburridos con el SAS».

Otro colectivo que está desconcertado porque el SAS no ha comunicado nada es el de los visitadores médicos. José Miguel Manzano, el presidente de la asociación que los aglutina, ha dicho a ABC que en septiembre organizaron las citas para Mallén porque «escuchamos por boca del personal sanitario de Huerta del Rey que iban a cerrar este centro, nunca oficialmente, ya que Salud no se ha dirigido a nosotros en ningún momento». Ahora, como tienen las citas para Mallén tendrán que ingeniárselas para ir también a Huerta del Rey en horario que no perturbe a los usuarios, o sea, antes y después de las consultas, «por lo que habrá días que no podamos contactar con alguno de los médicos», termina Manzano.