REPORTAJE

Los automovilistas exigen a los cocheros de caballos que respeten las normas de circulación

En lo que llevamos de año, se ha registrado media docena de accidentes en las calzadas de la ciudad entre los carruajes y los vehículos

Uno de los accidentes ocurridos este año entre un coche de caballos y un vehículo ABC

MARÍA JOSÉ MORÓN

La relación entre los cocheros de caballos y los conductores de vehículos en las calzadas a veces es complicada y más cuando se pueden prevenir ciertas actuaciones. Hace unos días, tres personas resultaron heridas en Paseo de Colón al desbocarse un equino y se empotrase contra un automóvil. ¿Los animales están lo suficientemente cuidados para poder evitarse estos accidentes?, ¿los caballistas cumplen con las normas de circulación?, ¿y con las ordenanzas municipales? Sea lo que fuere se abre el debate.

«¿Cómo vamos a maltratar al animal que nos da de comer?», se pregunta Luis Ruina , presidente de la Asociación de Cocheros de Caballos de Sevilla. Este colectivo, que engalana las calles de la ciudad con los históricos paseos para los turistas, no concibe acabar con el negocio del gremio. «A esta ciudad no le puede faltar el paseo de caballos porque es lo más típico de la capital», destaca Ruina, en nombre de los 97 propietarios asociados .

«Los animales salen de servicio dos veces en semana, mientras que los cocheros cinco. Tenemos trescientos caballos y descansan más que los propietarios», asegura el presidente, aunque reconoce que muchos de ellos deben salir en verano a más de 45 grados y soportar 8 y 10 horas de jornada. Este servicio, regulado por ordenanza municipal, no trata en ningún parámetro el estado de salud de los equinos y tampoco «un horario específico» para atender al turismo. Eso sí, el Ayuntamiento de Sevilla realiza una revisión médica anual con veterinarios que pueden ser municipales o del ámbito privado.

«En las cocheras urbanas, los caballos pasan las horas en las mejores condiciones y con los mejores cuidados, pero es inevitable controlar al animal al cien por cien », explica Ruina. «Un simple pitido de un vehículo puede provocar que el caballo se altere y se desboque, pero por lo general están más que adaptados a la circulación», afirmó a este periódico.

Accidentes con heridos

A finales de agosto, tres personas resultaron heridas leves cuando el vehículo en el que viajaban chocó contra un coche de caballos en el Paseo de las Delicias a la altura del Palacio de San Telmo, en sentido al Paseo de Colón. Según fuentes municipales, el animal se desbocó cuando el coche de caballos estaba parado delante del edificio Cristina. El equino también resultó herido al quedarse atrapada una pata en el vehículo.

En la pasada Feria de Abril también se vivió un gran susto y gran revuelo en su primera jornada. Un agente de la Policía Local y un cochero de un carruaje resultaron heridos t ras desbocarse dos caballos cuando circulaban de vuelta del Real. Se investigaron las causas del siniestro y se descartó abuso de alcohol por parte del cochero , a quien se le practicaron las pruebas con resultado negativo.

El caballo controlado tras el accidente entre un carruaje y un vehículo ABC

Uno de los puntos negros en Sevilla que genera estos coflictos de los coches de caballos y los vehículos es en Paseo de Colón , justo desde la incorporación de la calle Santander hasta que giran a la izquierda por la calle la Rábida. Se han escuchado voces que piden regular con rigor el negocio de los cocheros. Otros menos obstinados solicitan que simplemente se cumpla con el reglamento establecido . Lo cierto es que los usuarios de las vías están obligados a comportarse de forma que no causen peligro, perjuicios o molestias a las personas y muchos de los cocheros de caballos no lo hacen.

«Algunos se saltan los semáforos y las líneas continuas, otros no señalan la dirección de su recorrido o no respetan las distancias de seguridad», expone a ABC Manuel Arjona , un sevillano cansado de ver estos incidentes. Raúl Campos , asimismo, señala que «a los cocheros no se les puede decir nada porque se alteran y ponen como excusa al pobre animal».

Los sevillanos hablan y exigen al Ayuntamiento que los caballistas respeten las normas de circulación. «Muchos hacen uso del teléfono móvil mientras van por la vía pública con los turistas montados en el carruaje y a otros se les ve con auriculares. ¿Así cómo van a escuchar a las ambulancias?» critica Laura Cortina e insiste «que tienen que ser sancionados como cualquier otro vehículo».

Según fuentes municipales, el sector de coches de caballo en la ciudad registra un reducido número de siniestralidad. En lo que va de año, se ha registrado media docena de incidentes . «El desboque de caballos, como el ocurrido recientemente, no suele ser habitual, dado que están acostumbrados al ruido y el tráfico».

El colectivo está regulado por la ordenanza municipal , donde se recogen los elementos de seguridad que deben llevar (ojos de gato, campanillas, reflectantes,...) y la Policía Local hace una revista anual obligatoria a cada uno de ellos. «Este año ha habido una denuncia contra un coche de caballos no autorizado que estaba prestando servicio en la ciudad», según las citadas fuentes.

Además, todos los coches de caballos llevan seguro obligatorio y deben seguir las pautas marcadas en la normativa como el estacionamiento de los carruajes, la limpieza, las tarifas fijas o las licencias en vigor. «En todas los oficios y profesiones hay de todo, pero es cierto que los jóvenes que han entrado son algo menos disciplinados », asegura el presidente de los cocheros Luis Ruina al tiempo que insiste que no han parado de «tomar medidas» y que «seguirán haciéndolo».

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