GLOBAL TEACHER PRIZE 2018

«Los alumnos no olvidan lo que aprenden cuando se enseña con magia»

Maestro y mago, Xuxo Ruiz ha sido nominado a mejor profesor del mundo por usar el ilusionismo como recurso didáctico

Xuxo Ruiz, maestro y mago, uno de los 50 candidatos seleccionados que opta al Global Teacher Prize 2018 VANESSA GÓMEZ

M.J. PEREIRA

Lo mismo saca una paloma de un libro de ciencias que convierte un billete de 100 euros en otro de 500 para explicar matemáticas. Xuxo Ruiz (Cádiz, 1975) no sólo es profesor, sino también mago. Y por usar la magia como recurso didáctico ha sido seleccionado entre 40.000 candidatos de 37 países para ser uno de los 50 candidatos al Global Teacher Prize 2018, considerado el Premio Nobel de la Enseñanza, dotado con un millón de euros. Maestro desde 2008 en el colegio público San Sebastián, de Albaida del Aljarafe (Sevilla), Xuxo es autor de «Educando con magia», el libro educativo más vendido en 2013. Además, es profesor del primer programa universitario de Ilusionismo de la Complutense. Mago solidario de la Fundación Abracadabra , ya recibió en 2016 el P remio al Mérito Educativo de la Junta como mejor docente por su labor innovadora en la educación.

-Opta al que consideran el Premio Nobel de la Enseñanza. ¿Cómo surgió su nominación?

-Presenté la candidatura el día antes de que acabara el plazo empujado por familiares y amigos.

-Si gana ¿a qué dedicará el premio de un millón de dólares (848.000 euros)?

-Cuando presenté la candidatura expliqué a qué dedicaría el premio. Se trata de un proyecto para toda España relacionado con el mundo de la educación pero no quiero dar detalles porque es una sorpresa. Es algo que quiero llevar a cabo desde hace mucho tiempo pero que no he podido desarrollar por falta de dinero.

-¿Es más mago que profesor o más profesor que mago?

-He unido mis dos pasiones. No podría ser sólo profesor o sólo mago. Necesito el binomio de la magia y la educación.

-¿Cuándo comenzó a usar la magia en la educación?

-Desde el primer día que empecé a dar clases. Al principio, cuando hacía sustituciones en los colegios privados, hacía magia de forma puntual pero después empecé a hacerlo en diferentes colegios, edades y etapas... y comprobé que funcionaba para muchas cosas. Quince años de experiencia me permitió después escribir el libro «Educando con magia»

-¿No encontró rechazo por parte del «establishment» educativo?

-La verdad es que no porque los mismos compañeros se daban cuenta de que la magia funcionada y los niños estaban encantados. De hecho, empecé a hacer grupos de trabajo con otros compañeros para que también hicieran juegos de magia y vieron que los resultados eran buenos. Desde el año 2000 doy cursos de formación a profesores y ellos mismos se sorprenden de que es muy fácil, que pueden aplicar la magia al día siguiente en sus clases. La magia es un recurso didáctico más. Todo maestro debe tener una bolsa llena de recursos didácticos, ya sean trucos de magia, cuentacuentos...

-¿Le lleva mucho tiempo preparar esos trucos para sus clases?

-En función de la materia que voy a dar, programo con dos semanas los trucos. Si voy a enseñar los polígonos, pienso qué puedo hacer con magia para trabajar la materia. Tengo que estar reinventándome constantemente para que los niños estén ilusionados. Sólo en mi libro «Educando con magia» hay más de cien juegos explicados con diferente fondo porque trabajan distintos aspectos del curriculum.

-¿Lleva un kit de mago al colegio?

-Siempre y en él no falta nunca la varita mágica y una chistera en la que está Manolito Rabbit, que es el que hace las travesuras y lo uso para que los niños se comporten bien.

-¿Sus alumnos le preguntan sus trucos?

-Sí. El secreto de ciertos juegos no se los explico pero otros sí, y después lo hacen ellos. Pero yo no les enseño trucos, sino magia. La magia es algo más que el truco, es saber comunicarse. Les explico habilidades comunicativas, cómo usar la mirada, la postura corporal, su voz o las manos cuando hablan en público y eso se extrapola a cualquier momento que tengan que hablar en público porque lo interiorizan.

-¿Algunos de sus alumnos quieren seguir sus pasos?

-Muchos. Los jueves hacemos una sesión artística en el colegio, en la que los niños preparan canciones, bailes, magia... y la verdad es que cada vez hay más magos (ja ja).

-¿En qué asignaturas usa la magia?

-Con lengua, matemáticas, educación artística y ciencias... aunque también he formado a profesores de música para usar la magia. Yo soy especialista en Educación Física y durante diez años he sido profesor de deporte. En mis clases usaba las cuerdas, los aros... para hacer magia.

-Pero enseñar raíces cuadradas y el logaritmo neperiano con magia debe ser algo difícil.

-Pues también se utiliza para eso. Por ejemplo, se puede usar la magia para explicar las ecuaciones en Secundaria.

-Muchos alumnos reconocen que estudian para el examen y tal como lo aprueban olvidan esos conocimientos. Usted dice que «lo que los niños aprenden con magia jamás se les olvida». ¿Qué efecto tiene la magia en un escolar?

-La letra con magia entra. La neuroeducación dice que para que el cerebro aprenda necesita emocionarse. Cuando yo hago magia, los chavales ven algo increíble, único, porque les hace cosquillas en el cerebro y por eso no olvidarán lo que aprenden.

-¿Por qué el uso de la magia en la educación hace niños más felices y con más autoestima?

-Cuando estuve trabajando en Tomares había un niño muy tímido que me buscaba en el recreo para que le explicara juegos y al cabo del tiempo los padres me dijeron que la magia había ayudado a su hijo a vencer la timidez. La magia da poder, autoestima y confianza a los niños. Cuando aprenden magia les damos poder porque las demás personas no saben cómo hacen los trucos y les damos poder porque son capaces de sacar una sonrisa a los demás, logran que hacen que los demás sean felices.

-¿Desarrolla la inteligencia el uso de la magia en la educación?

-Ayuda.

-¿Conoce algún buen truco para hacer callar a una clase?

-Una vez un compañero me dijo: Tú que eres mago, haz por favor un truco para que se calle la clase. Lo hice y estuvieron una hora en silencio trabajando.

-¿Qué puede hacer la magia por los niños con necesidades especiales de educación?

-Es muy útil. Hace quince años había en el colegio un chico autista al que yo no daba clases pero en los recreos me buscaba para que le hiciera magia. No hablábamos nada pero nos comunicábamos a través de la magia, haciendo flotar una manzana, por ejemplo.

-Dice que usa la magia también para conflictos y desarrollo de valores. ¿Ayudaría a reducir el mobbing? ¿Qué valores puede transmitir?

-Albert Einstein decía que si quieres que tu hijo sea inteligente, cuéntale cuentos; si quieres que sea más inteligente, cuéntale más cuentos; y si quieres que sea más inteligente, sigue contándole más cuentos. Por eso, yo uso los cuentos con moraleja y magia. Hasta ahora ha funcionado bastante bien y sería un reto usarlo contra el mobbing. Yo he usado la magia para solucionar conflictos, cuando había niños incapaces de pedir perdón... ¿Qué valores puede trasmitir? Valentía, solidaridad, alegría, compasión...

-Sus alumnos dicen que usted es un «crack» y que logra que aprender no sea aburrido. ¿Es eso lo que persigue con la magia como recurso didáctico, que aprender no sea aburrido?

-El aprendizaje no tiene por qué ser algo aburrido o monótono. Para cualquier persona que se dedique la educación la búsqueda de un método de motivación real tiene que ser un desafío constante y para mí la respuesta es la magia. La prueba es que mis alumnos no se aburren. Hicimos un concurso parecido a Master Chef, donde se trabajaron las asignaturas a través del mundo de la cocina. Así, no sólo transmitimos hábitos de vida saludable, sino que trabajamos las matemáticas de la vida real. El último día se hizo el concurso el Súper Chef, donde los niños pasaban varias pruebas de matemáticas, lengua, ciencias... aplicadas a la cocina. Por ejemplo, usaban la regla de tres aplicada a los ingredientes de una receta. El jurado estaba formado por el alcalde, una persona de la Consejería de la Salud y el chef Enrique Sánchez.

-¿Usa libros de texto?

-Sí, una cosa no quita la otra. Mis clases no son un show continuo. Mis alumnos tienen libros, cuadernos, hacen redacciones... Uso la magia en momentos puntuales para introducir temas, cuando hay que repasar algo de manera distinta...

-El gurú educativo Richard Gerver dice que los deberes son una pérdida de tiempo y hacen más daño que bien. ¿Es partidario de los deberes?

-Los niños tienen que tener el hábito de hacer cosas, igual que los mayores van al trabajo. Lo que hay que hacer es que los niños cumplan esos hábitos de forma divertida y que salga de ellos, y ahí los adultos juegan un papel importante a la hora de motivarles. Por ejemplo, cuando rodamos una película de 50 minutos en el colegio, los niños escribieron el guion. Al final, ellos aprendieron que pueden conseguir lo que se propongan con esfuerzo e ilusión, aprendieron a cohesionarse cuando había problemas en el grupo, aprendieron a autorregularse quedando por la tarde para escribir los guiones...

-Hay quien denosta los exámenes.

-Yo los hago, claro. Es una herramienta más de evaluación, aunque también está el trabajo diario, la observación, el cuaderno de los niños, la actitud...

-La magia para aprender está muy bien pero para la Selectividad no creo que sea muy efectiva. Al final hay que hincar los codos para entrar en la carrera que uno quiere.

-Claro, pero si el niño ama lo que está haciendo es más fácil. Es como las matemáticas. Hay niños que las odian pero a través de la magia pueden descubrir que son divertidas y cambiar el chip.

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