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José Manuel Colón horas antes de presentar su documental
JOSÉ MANUEL COLÓN. PERIODISTA

«Hacen ungüentos con los albinos de África para tener suerte en los negocios, el amor o la salud»

Hoy se estrena el documental del gaditano titulado 'Black man white skin' (Hombres negros piel blanca) que disecciona la persecución de los albinos en África

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Hoy se estrena en San Fernando su película documental 'Black man white skin' (Hombres negros piel blanca) en la que el periodista isleño José Manuel Colón disecciona la situación y los motivos por los que son perseguidos los albinos africanos. Si bien sus historias muestran la realidad más cruda a la que se enfrentan estas personas (en las que difícilmente pasan de los 25 años), el film pretende ser un canto a la esperanza de que las cosas se pueden cambiar y que hay personas que están intentando que cambien.

Además muestra algunas razones de por qué la inmigración se ha convertido en una de las salidas más buscadas en África y como el fenómeno difícilmente se puede solucionar sino se invierte en este continente.

En el documental se ha contado con la colaboración del doctor Pedro Jaén y Paloma Rocasolano, Iker Casillas, el actor Óscar Jaenada o Zoe Saldaña, el diseñador Roberto Etxeberría, el top model Shaun Ross o el cantante Salif Keita.

-¿Por qué decide emprender este proyecto?

-La idea surge hace cinco años cuando trabajaba para Cuatro y ya entonces conocía lo que pasaba con los negros albinos, sabía que estaban perseguidos y comencé a indagar, tirar del hilo y profundizar en el tema. Generalmente las minorías suelen estar perseguidas y esta minoría puede ser la más perseguida del mundo, porque ni siquiera son esclavos como otros, sino que son ungüentos para otras personas. Es decir, se les asesina, se utilizan diferentes partes de su cuerpo, huesos y órganos para hacer pócimas para tener suerte en los negocios, en el amor o la salud. Esta creencia que se puede pensar que surgió en el s. XIV es en realidad del año 2006 en Tanzania y este pensamiento de unos hechiceros se extiende por el África negra y se inicia un comercio de órganos.

-El panorama para un albino en África es entonces desolador.

-Peor aún, porque aparte de este genocidio y por si fuera poco las personas albinas suelen morir de cáncer de piel a los 25 o como mucho 30 años. La película cuenta numerosas historias y entre ellas una en la que varios médicos capitaneados por el doctor Pedro Jaén, que es el jefe de Dermatología de Ramón y Cajal y originario de Cádiz, viajaba cada año para operar a unas 100 personas de cáncer de piel. Hay otra de una chica albina que vino de Mozambique para morir sin dolor pero gracias a una mujer que la adoptó, Carmen Mormeneo, y a 16 médicos y después de 11 meses de lucha salvó la vida. Por lo que se puede decir que además de los derechos humanos el cáncer está muy presente en la película.

-¿Cuánto tiempo ha estado inmerso en este proyecto?

-Cinco años. Desde que surge la idea hasta que se hizo la primera grabación que se hizo a un chico que se convirtió en el único del mundo en tener asilo político por ser albino y también hablé con la persona que se lo dio que fue Alfredo Pérez Rubalcaba cuando era ministro del Interior. España es el único país del mundo que tiene en asilo a una persona por ser albina. Precisamente Pérez Rubalcaba explica que no sabía nada de la situación de los albinos en África y que cuando le dieron un informe en el que se certificaba que eran comidos, creyó que se trataba de un error porque era imposible.

-¿Qué le mueve a contar esta historia?

-Lo primero era hablar de la persecución que sufren estas personas y en la película hay un momento en el que se negocia cuánto vale el cuerpo de una persona albina. Pero conociendo a personas, entrelazándose historias, la película fue girando y viendo que la integración es muy importante y eso se logra con una historia que salió la semana pasada en televisión donde Iker Casilla donaba equipaciones para chicos albinos en Tanzania que forman parte del único equipo de fútbol de personas albinas y han encontrado en el deporte la manera de integrarse en la sociedad. Y tanto la Fundación del Madrid como del Barcelona donaron material para hacer un partido Madrid y Barcelona en África con albinos.

-Y conoce el problema pero también a personas que luchan por erradicarlo.

-Claro. Yo hablo de héroes porque para mí este equipo médico que se quita tiempo para atender a otras personas son héroes. También hay personas que ayudan de otra manera. Un amigo que me dejó fondos para hacer la película también donó 600 sombreros y parece una tontería pero cuando en la primera entrevista una persona te dice que para tener una simple gorra ha estado sin comer él y toda su familia durante casi una semana, porque le puede salvar la vida al evitar el Sol, esos 600 sombreros hacen mucho. Hay otra chica, que se llama Mafalda, que se dedica a hacer cremas de protección cada año para 3.000 personas de manera gratuita, la mujer que adoptó a la albina que llegó a morir a España. Eso son héroes. Me dicen que mi papel también es muy importante porque si no se da a conocer parece que es que no pasa.

-Quizás pasa eso a la hora de acercarse a un problema como la inmigración.

-Es muy distinto lo que pasa en Europa que lo que pasa en el continente africano. En el momento en el que te sumerges te das cuenta de por qué vienen en pateras, de por qué se juegan la vida y porque mueren cientos de personas en el Estrecho o Lampedusa. Cuando tu vida se basa en una gorra y no la tienes. Quizás se entiende mejor al darse cuenta que una persona en Tanzania vive hasta los 56 años. Si cruza el Estrecho puede llegar a los 76. Y los verás en las calles y pasando calamidades, pero son 20 años de vida de diferencia. En el caso albino llegan a los 25 o 30 años y mueren de cáncer de piel por no tener recursos. No tener sombrero, crema, camisetas de manga larga, gafas que le protejan.

-Y cuál es el futuro de África.

-Yo creo que si no se invierte en África no solo vendrán barco on 100, 200 o 1.000 pasajeros sino que vendrán más. Las grandes empresas llegan y cogen lo que quieren sin olvidar de que ellos tienen derecho a vivir. Hace tiempo estuvo de moda la campaña del 0,7 para la inversión en el tercer mundo y lo cierto es que nunca se llegó a ello. Y aunque España es uno de los países que más soporta la inmigración es el que menos invierte y ayuda al tercer mundo. Incluso con los recorte Irlanda siguió manteniendo su presupuesto social al tercer mundo.

-¿Qué ha faltado por grabar?

-Me hubiera gustado grabar algún plano que lo relacionaran con Cádiz porque en todos mis trabajos lo relaciono o con Cádiz o con San Fernando. Ya solo me puedo conformar con el apoyo de los míos. Ahora sí existe más implicación institucional porque precisamente para grabar el documental he tenido que tirar de mis ahorros, familia y amigos, pero ahora está teniendo su efecto. He de decir que parte de la recaudación va para que se siga haciendo crema en Tanzani. Ya con el tráiler y apoyo de los médicos hemos conseguido que la chica haya conseguido fondos de Unicef para garantizar un año más de trabajo, porque ahora, tras casi tres años haciéndolo se había quedado sin recursos.

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