TABACO

Fumar menos de un cigarrillo al día aumenta en un 64% el riesgo de muerte prematura

Las personas que fuman muy pocos cigarrillos al día también tienen un riesgo muy elevado de fallecer de forma prematura. Y es que no existe ningún nivel de consumo seguro

MADRID Actualizado: Guardar
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Es bien sabido que fumar es malo, muy malo, para la salud. No en vano, infinidad de investigaciones han demostrado que el tabaco es el principal factor de riesgo para sufrir una muerte prematura. Pero, ¿qué pasa con aquellas personas que fuman muy poco? Total, dos o tres cigarrillos diarios no pueden hacer ningún mal significativo. Pues sí, y mucho. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI) muestra que las personas que fuman no ya un único cigarrillo diario, sino menos de un cigarrillo al día a lo largo de su vida tienen un riesgo hasta un 64% superior de fallecer de forma prematura que aquellos que nunca han fumado.

Y cuanto mayor es el número de cigarrillos, mayor es el riesgo.

Como explica Maki Inoue-Choi, directora de esta investigación publicada en la revista « JAMA Internal Medicine», «nuestros resultados refuerzan las advertencias sanitarias que indican que no hay ningún nivel seguro de exposición al humo del tabaco. Así, nuestros hallazgos indican que fumar incluso un número reducido de cigarrillos al día tiene efectos substancialmente negativos para la salud y refuerza las evidencias de que la cesación tabáquica beneficia a todos los fumadores, independientemente de cuántos cigarrillos fumen».

Un cigarrillo, mayor riesgo

De acuerdo con las estimaciones, el consumo de tabaco es responsable cada año de cerca de cinco millones de decesos en todo el mundo. Sin embargo, la creencia tradicional es que estas muertes son consecuencia de consumo abusivo, es decir, de fumar cuando menos una cajetilla diaria. Y es que las evidencias sobre el efecto asociado con el consumo ‘mínimo’ de cigarrillos son muy escasas, sino nulas, lo que ha permitido que mucha gente tenga la percepción de que existe un nivel de consumo seguro para la salud.

En el estudio, los autores analizaron los historiales médicos de 290,215 adultos que, con unas edades comprendidas entre los 59 y los 82 años, habían respondido a una encuesta realizada en 2004-2005 por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) y en la que, entre otros temas, se les preguntó sobre su hábito tabáquico en las diferentes etapas de la vida.

No hay ningún nivel seguro de exposición al humo del tabaco
Maki Inoue-Choi

Concretamente, 111.473 de los participantes –o lo que es lo mismo, el 38,4% del total– nunca habían fumado, 156.405 (53,9%) eran ex fumadores y 22.337 (7,7%) seguían fumando. Y de estos últimos, cerca de 1.500 afirmaron haber fumado entre uno y 10 cigarrillos al día a lo largo de toda su vida, mientras que 159 aseguraron que este consumo vitalicio no llegaba ni siquiera a un cigarrillo diario.

Los resultados mostraron que, frente a aquellos que nunca habían fumado, las personas que habían consumido de media de menos de un cigarrillo al día durante toda la vida tuvieron un riesgo hasta un 64% mayor de morir de forma prematura. Un riesgo que en el caso de los que habían fumado entre uno y 10 cigarrillos diarios fue hasta un 87% superior.

Hay que dejar de fumar

Y exactamente, ¿cuáles fueron las principales causas de muerte prematura asociadas a este ‘consumo mínimo’? Pues tal y como sucede con los ‘grandes fumadores’, el principal motivo para el deceso de fumadores ‘leves’ pero persistentes fue el cáncer de pulmón. De hecho, y comparados frente a quienes nunca habían probado el tabaco, las personas que llevaban fumando menos de un cigarrillo diario tenían un riesgo nueve veces mayor fallecer por un tumor pulmonar. Una probabilidad que en el caso de los que llevaban fumando toda la vida entre uno y 10 cigarrillos al día fue cerca de 12 veces superior.

Es más; los resultados también demostraron que el consumo ‘mínimo’ de tabaco se asoció a un riesgo mucho mayor de fallecimiento por un problema respiratorio –caso de un enfisema– o por enfermedad cardiovascular. Concretamente, y en el caso de aquellos cuyo consumo, aun vitalicio, se mantenía en ‘solo’ 1-10 cigarrillos diarios, la probabilidad de morir por una enfermedad respiratoria fue 6 veces mayor que en los que nunca habían fumado. Y en el caso de la muerte por causa cardiovascular, 1,5 veces superior.

La buena noticia es que el riesgo de muerte prematura en los participantes ex fumadores, si bien fue mayor que el de aquellos que no habían llegado a probar el tabaco, fue a su vez muy inferior al de los que seguían fumando. Una evidencia que viene a reforzar que nunca es tarde para dejar de fumar.

Como concluyen los autores, «con independencia del número de cigarrillos diarios consumidos, todos los fumadores deberían dejar de fumar. Además, se necesitan más estudios para evaluar los riesgos para la salud del consumo de baja intensidad de tabaco en combinación con los dispositivos electrónicos de dispensación de nicotina y otros productos del tabaco».

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