El auténtico «Cinema Paradiso» está en Tomares

Cuando llega el verano a Tomares, todos los sueños se concentran en un patio encalado de unos 1.000 metros. Allí, frente a la pantalla, en las sillas de hierro azules, se han vivido decenas de historias de amor e intrépidas aventuras. Cinema Tomares, el único cine de verano privado de la provincia, cumple 52 años con la familia Cansino al frente.

«Siendo yo un niño, mi padre tenía un cine de invierno que se cerró en los 90. La gente se quejaba del calor que hacía en la sala, así que durante los meses de verano trasladábamos el proyector a este terreno y montamos el cine de verano», rememora Rafael Cansino que, junto con sus hermanas, ha heredado la pasión cinéfila de su padre.

Por amor al séptimo arte, y a las tradiciones, continúan abriendo Cinema Tomares año tras año. «Cada vez es más difícil mantener esto en pie, no lo hacemos por dinero, sino por que es lo que nos gusta, somos jubilados, con nuestra pensión, y esto es lo que más disfrutamos», insiste Rafael. Y es que han sido muchos los cambios que el cine, ubicado en el enorme patio de su vivienda, ha visto durante estos años. «En 2015 dimos el salto al digital, que ha supuesto un cambio tremendo en el funcionamiento», dice. «Aquí hemos llegado a trabajar cortando y pegando fotogramas de una película de 35 milímetros», rememora.

Lo que no ha variado es el éxito entre el público. «Aquí han venido tomareños desde niños, más tarde con sus parejas, hijos e incluso nietos», explica Rafael Cansino. «Emociona escuchar a muchos mayores explicar a la familia: ¡mira, ahí me sentaba con tu abuela cuando éramos novios!». Las nuevas generaciones también se han vuelto asiduas a las películas de verano. Explica Rafael que es mucho más cómodo acudir a ver una película en su cine con un carrito de bebé que hacerlo en una sala convencional. «Vienen con los hijos, que corretean por ahí, mientras ellos disfrutan del largometraje y se toman una tapa y una cerveza del ambigú».

Más de 1.800 películas y más de 3.000 noches dan para numerosas anécdotas e historias que Rafael narra con emoción. Algunas de ellas están protagonizadas por Rita Hayworth, con quien le une una lejana relación de parentesco:la estrella del cine se llamaba, en realidad, Margarita Carmen Cansino, y su padre era de Castilleja de la Cuesta. Si se trata de elegir una película, Rafael lo tiene claro. «Cinema Paradiso. Es un calco nuestro, un cine de pueblo, con sus historias, sus dificultades y su pasión por las buenas películas. La he visto mil veces y me sigo emocionando igual».