Ante la inminente salida de Adrian y Lucca de la firma, Diane empieza a cuestionar si su lugar está realmente dirigiendo, junto a Liz, un bufete mayoritariamente afroamericano. Mientras, Marissa se ve involucrada en un conflicto de intereses con un tal Hal Wackner.
Los socios de la renombrada Reddick, Lockhart y Asociados afrontan cambios y reciben a nuevos candidatos en sus oficinas: Carmen Moyo, un abogada de guerrilla, y Marissa, que debe lidiar con un juez de lo más inusual en el lugar más inesperado.
Diane ve cuestionada su posición entre los socios, que se plantean si su lugar está dirigiendo, junto a Liz, un bufete mayoritariamente afroamericano. Mientras tanto, Marissa se ve involucrada en un conflicto de intereses con un tal Hal Wackner.
Diane ve cuestionada su posición entre los socios, que se plantean si su lugar está dirigiendo, junto a Liz, un bufete mayoritariamente afroamericano. Mientras tanto, Marissa se ve involucrada en un conflicto de intereses con un tal Hal Wackner.
Ante la inminente salida de Adrian y Lucca de la firma, Diane empieza a cuestionar si su lugar está realmente dirigiendo, junto a Liz, un bufete mayoritariamente afroamericano. Mientras, Marissa se ve involucrada en un conflicto de intereses con un tal Hal Wackner.
Hal Wackner se enfrenta a la demanda de un cliente insatisfecho con su sentencia y Liz y Marissa deben defenderlo en los tribunales (oficiales). Una aplicación de mensajería instantánea interna revoluciona el bufete.
Marissa se da de bruces con la "cultura de la cancelación" en el tribunal de Wackner, pero su defensa no sale como esperaba. Mientras tanto, Liz y Diane afrontan un caso de homicidio presuntamente racista que hace estallar sus tensiones internas.
Del Cooper busca mejorar la audiencia del reality de Wackner, así que habla con él y con Marissa para tratar casos más atractivos. Julius presiona a Diane para unirse a su nuevo bufete, pero una multa de aparcamiento le complica las cosas.
Ante la saturación de los tribunales, la policía lleva ante Wackner un caso de crimen de odio. Diane y Liz insisten a David para que contrate a Allegra Durado, mientras ella se involucra junto a Carmen en un nuevo asunto legal de Oscar Rivi.
Diane ve cuestionada su posición entre los socios, que se plantean si su lugar está dirigiendo, junto a Liz, un bufete mayoritariamente afroamericano. Mientras tanto, Marissa se ve involucrada en un conflicto de intereses con un tal Hal Wackner.
